La psicopedagogía debe apuntar a cambios más generativos que remediales, enfocándose en los contenidos, capacidades, valores y creencias de los estudiantes. Un modelo efectivo integra a la psicopedagogía en el aula a través de la planificación conjunta, enseñanza cooperativa y adaptación de la enseñanza entre el psicopedagogo y el profesor. Esto requiere colaboración, horarios flexibles y una visión compartida para mejorar los aprendizajes de todos los estudiantes.