Los niños de dos años en la sala de dos del jardín son muy respetuosos de los rituales como lavarse las manos. Se toman su tiempo para lavarse las manos de manera metódica, como si estuvieran en un quirófano, y lo hacen de forma respetuosa esperando su turno. Lavarse las manos regularmente es muy importante en el jardín para prevenir la transmisión de bacterias y virus entre los niños y maestros a través de las manos y reducir el riesgo de enfermedades.