2. Libro institucional naranja
Episodio 09
Las educadoras de la sala de deambuladores también trabajaban en la
institución desde hacía varios años. Una de ellas había estado con la mayoría de
los niños el año anterior en la sala de lactario y la otra maestra si bien no
conocía a los niños tenía experiencia en esa sala, algunos años había sido
maestra en la sala de deambuladores.
Las entrevistas habían sido muy interesantes dado que una de las maestras ya
conocía a la mayoría de las familia (excepto aquellas que eran familias que
ingresaban ese año) por lo tanto la conversación fue muy amena, se retomaron
aspectos del año anterior y se avanzó sobre aspectos novedosos, cambios,
conquistas de los niños en los meses del verano.
Al volver sobre las notas que habían tomado mientras se desarrolló la
entrevista descubrieron que había aspectos que todos compartían y otros que
eran diferentes. La mayoría tomaba la leche con mamadera, algunos
continuaban tomando leche materna, todos bebían agua con el vaso o en
mamadera y muchos compartían la cena o el almuerzo en familia, mientras que
3. algunos lo hacían acompañados de un adulto pero en un horario distinto al
resto de la familia. La mayoría hacía solo las cuatro comidas aunque varios
comentaron que a media mañana o a media tarde comían algo más: un trozo de
pan o de fruta.
Las familias manifestaron que era un desafío el uso de los utensilios y que en el
momento de comer, ingerían la mayoría de los alimentos, saboreando la comida
y permaneciendo poco tiempo sentados, alternando en ocasiones el comer con el
deambular.
Decidieron retomar algunos aspectos conceptuales y revisar algunas cuestiones
sobre el momento de la alimentación en esa sala y con ese grupo y a su vez
pensar algunas acciones e intercambiar posibles estrategias al menos para
tenerlas en cuenta en función de lo conversado con las familias.
Una de las maestras comentó que se acordaba de una situación que había
ocurrido el año anterior con uno de los niños que concurría al jardín desde los 13
meses y que aconteció en la sala de deambuladores. Lo quiso compartir a modo
de ejemplo porque consideró fundamental estar atenta a las particularidades de
cada niño y respetarlas.
4. “Desde los primeros días, asistió en compañía de su “gran amigo FLORO”, un
oso de peluche que le regalaron cuando nació, llegando a convertirse en un
¡amigo inseparable!
A la hora de almorzar, como en otros momentos “especiales” del día, Félix no
duda en buscar a Floro para comer juntos. Busca una silla, sienta al oso y le
pide a sus maestras un babero para colocarle al muñeco. Una vez que el oso
está listo, procura conseguirse un lugar “bien cerquita” para ubicarse.
Recién entonces, Félix puede disponerse para el almuerzo. Come con muchas
ganas, entre bocado y bocado se asegura acercarle una cuchara a Floro para
alimentarlo igual que lo hace él. Le pregunta si quiere más... si quiere agua... si
está rica la comida...
Cuando termina de almorzar, Félix le saca le saca el babero, lo baja de la silla y
se dispone junto con los demás para higienizarse y continuar con otra
actividad.
Con el correr de los días, Floro se convirtió en un personaje muy querido por los
nenes y las maestras. A su dueño lo ayudó a transitar algunos momentos
difíciles como la hora de la comida. Para Félix, como para tantos otros
5. pequeños, puede resultar una situación cargada de angustia o ansiedad, se
extraña a mamá o a papá, más que en otras circunstancias (2)”.
A otra de las maestras, esto le resultó muy interesante y se le ocurrió que
podían comenzar el año acordando algunas cuestiones básicas, tener en cuenta
lo conversado con las familias, que todas participen del momento de la
alimentación comiendo con los niños/as, propiciando el diálogo, las miradas, la
comunicación con ellos y entre ellos y mencionó que esa era una modalidad que
ya se viene trabajando en este jardín hace años, que las maestras formen parte
del almuerzo!!!!
Agregó que también es interesante que de a poco los niños vayan adquiriendo
más autonomía, respetando los tiempos de cada uno y los procesos que se van
desarrollando en el ámbito familiar... que haya aspectos compartidos en ambos
espacios, el familiar y el institucional. Ya es un gran cambio… ¡acá el niño come
en otro ambiente, con otros niños y otros adultos!
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(2) Cita extraida de: Equipo del Jardín Maternal C.P.A.C.F. (2003) “La alimentación como práctica cotidiana” en Revista: Rutinas y rituales en
la educación infantil 0 a 5 años N ° 52 Edit. Novedades Educativas
6. Otra maestra coincidió en que además era importante que pensaran en el
ambiente en el que transcurre el momento de la alimentación. Así como cuando
se le da la mamadera al bebé se busca un lugar cómodo y tranquilo que ofrezca
intimidad, sería importante ofrecer un lugar tranquilo. Tal vez la misma sala u
otro lugar pequeño, contenedor, evitando espacios bulliciosos y numerosos como
pueden ser los comedores escolares. Agregó que generalmente ellan usaban una
parte de la sala para el almuerzo. Pero en caso de tener que utilizar el salón de
usos múltiples, podían ver la posibilidad de no almorzar todos los niños/as del
jardín juntos, sino organizarse, para que los grupos puedan almorzar en un
clima tranquilo. Si llegaban a utilizar el salón de usos múltiples...marcó la
importancia de no hacerlo con la TV encendida.
Otra de ellas agregó que le parecía importante que a lo largo del año no dejen de
preguntarse sobre el modo en que se estaban organizando para el momento de
la alimentación… ¿Hacen que sea un momento placentero y agradable para los
niños/as y para ellas?… ¿Por qué? ¿Son necesarias algunas modificaciones?
¿Cuáles?