Neuroproductividad Muchas veces nos preguntamos las razones por las que adoptamos estas tácticas dilatorias. La neurociencia nos responde diciendo que por razones de supervivencia buscamos permanentemente ahorrar la mayor cantidad de energía y adicionalmente, conseguir gratificaciones inmediatas. En particular, la Neuroproductividad estudia los estados mentales para conseguir los objetivos mediante metodologías sostenibles que tienen como finalidad entrenar tu cerebro para lograr tus metas. La Neuroproductividad evidencia esta teoría al constatar que diferentes herramientas de productividad no funcionan por si solas y esto genera alta frustración. Las creencias y los hábitos son el motor de cualquier cambio verdadero, como consecuencia, la Neuroproductividad pretende integrar creencias liberadoras y hábitos neurocientíficos con el fin de entrenar nuestro cerebro para lograr nuestros objetivos de forma sostenible a nivel físico, psicológico y emocional. La Neuroproductividad también incluye ejercicios de introspección como eje fundamental para lograr la vida que estamos buscando. El estilo de vida soñado. Este enfoque se basa en que antes de comenzar sin más adoptar cambios conductuales para lograr objetivos impersonales, hay que aprender a “ser”, es decir, debemos conocer con precisión cuál es nuestro estado mental de partida. Iniciar una tarea y no acabarla en el tiempo definido, o tener objetivos inconclusos puede generar estrés y desmotivación. Razones por las cuales la Neuroproductividad, nos propone identificar y valorar cada hábito, en particular los llamados “hábitos ciegos” y organizarse el día contemplando acciones concretas y necesarias (cosas por hacer vs. tentaciones), adoptando fechas específicas de inicio y finalización que sean objetivas y precisas para no te quedes a mitad de camino. Recuerda: ¡Como empiezas el día, marcará el estilo de como empiezas el resto de tu vida: a menos distracción, más acción!