3. Contenido
I. La acción liberadora de Dios en la
historia de Israel
II. Jesucristo : cumplimiento del designio
de amor del Padre
III. La persona humana en el designio
de amor de Dios
IV. Designio de Dios y misión de la Iglesia
5. a) La cercanía gratuita de Dios
20. Cualquier experiencia religiosa auténtica,
en todas las tradiciones culturales,
comporta una intuición del Misterio que,
no pocas veces, logra captar algún rasgo
del rostro de Dios.
6. a) La cercanía gratuita de Dios
Dios aparece como :
+ Origen de lo que es o de todo ser.
+ Presencia que garantiza las condiciones
fundamentales de vida.
+ Medida de lo que debe ser o presencia que
interpela la acción humana.
7. a) La cercanía gratuita de Dios
Se revelan en toda experiencia religiosa dos
elementos :
- La dimensión del don y gratuidad de Dios.
- Las repercusiones de esta dimensión sobre la
conciencia del hombre, interpelada a
administrar responsablemente el don recibido
( reconocimiento de la “regla de oro” :
“Todo cuanto queráis que os hagan los
hombres, hacedlo también vosotros a ellos”
Mt 7. 12 ).
8. a) La cercanía gratuita de Dios
21. Sobre el fondo de la experiencia religiosa
universal, compartido con formas diversas,
se destaca la Revelación que Dios hace
progresivamente de Sí mismo al pueblo
de Israel.
Esta Revelación responde a la búsqueda
humana de lo divino, a través de acciones
históricas, en las que se manifiesta el amor
de Dios por el hombre.
9. a) La cercanía gratuita de Dios
“ He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto
y he escuchado su clamor, pues conozco
sus sufrimientos. He bajado a este monte
para librar a mi pueblo de la mano de los
egipcios y para llevarle de Egipto a una tierra
buena y espaciosa, a una tierra que mana
leche y miel “ ( Ex 3, 7-8 ).
10. a) La cercanía gratuita de Dios
La cercanía gratuita de Dios al hombre,
revelada en el mismo Nombre divino
“Yo soy el que soy” ( Ex 3, 14 ),
se manifiesta en la liberación de la esclavitud
y en la Alianza con su pueblo.
11. a) La cercanía gratuita de Dios
22. A la gratuidad del actuar divino,
le acompaña constantemente el
compromiso de la Alianza,
iniciativa de Dios asumida por Israel,
sellada en el monte Sinaí,
por medio del Decálogo ( Ex 19 -24 ).
12. a) La cercanía gratuita de Dios
Los diez mandamientos expresan las
implicaciones de pertenecer a Dios.
La moral es la respuesta al amor de Dios,
reconocimiento, homenaje, culto de acción
de gracias, y cooperación con el designio
de Dios para la historia ( CIC 2062 ).
13. a) La cercanía gratuita de Dios
Los diez mandamientos constituyen un
extraordinario camino de vida, que indica
las condiciones de vida más seguras para
una existencia liberada de la esclavitud
del pecado.
14. a) La cercanía gratuita de Dios
Son expresión privilegiada de la Ley Natural,
pues nos enseñan la verdadera humanidad
del hombre, poniendo de relieve sus deberes
esenciales y derechos inherentes a su naturaleza
( CIC 2070 ). Constituyen las reglas primordiales
de toda vida social ( VS 97 ).
15. a) La cercanía gratuita de Dios
23. Del Decálogo deriva un comportamiento
que implica no sólo lo que se refiere a la
fidelidad al único Dios verdadero, sino
también las relaciones sociales dentro
del pueblo de la Alianza, reguladas
por especialmente por el denominado
“derecho del pobre”.
16. a) La cercanía gratuita de Dios
“ Si hay junto a ti algún pobre de entre
tus hermanos …, no endurecerás tu corazón
ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre,
sino que le abrirás tu mano y le prestarás
lo que necesite para remediar su indigencia “
( Dt 15, 7 – 8 ).
17. a) La cercanía gratuita de Dios
Y con respecto al extranjero :
“ Cuando un forastero resida junto a ustedes,
en su tierra, no lo molestarán ( … ). Lo mirarán
como a uno de su pueblo y lo amarán como a
ustedes mismos, pues forasteros fueron ustedes
en la tierra de Egipto “ ( Lv 19, 33 – 34 ).
18. a) La cercanía gratuita de Dios
24. El acontecimiento salvífico del Éxodo
y la fidelidad a la Alianza representan
además el principio regulador de las
cuestiones relativas a la pobreza económica
y a la injusticia social.
Se trata de un principio básico para
transformar desde dentro la vida del pueblo
de Dios y hacerla conforme al designio
divino.
19. a) La cercanía gratuita de Dios
Para eliminar las desigualdades provocadas
por la evolución socioeconómica, cada siete
años ( año sabático ) y cada cincuenta ( año
jubilar ) se recordaba el Éxodo y la Alianza con
Dios, concediendo el reposo a los campos,
condonando las deudas y liberando a los
esclavos y sus bienes confiscados. Cada uno
podía regresar a su familia de origen y recuperar
su patrimonio.
20. a) La cercanía gratuita de Dios
25. Estas leyes antiguas ( Ex 23; Dt 15; Lv 25 )
no sólo tenían el valor correctivo de los
intereses y objetivos egoístas, sino el valor
de la justicia y solidaridad nacidas del
recuerdo de los dones de Dios.
21. a) La cercanía gratuita de Dios
Los profetas interiorizan estas leyes y
las predican, para que el Espíritu de Dios,
infundido en el corazón del hombre,
haga arraigar en él los mismos sentimientos
de justicia y de misericordia que moran en el
corazón del Señor ( Jt 31, 33; Ez 36, 26 – 27 ).
22. b) Principio de la creación y acción gratuita de Dios
26. La reflexión profética y sapiencial alcanza
la primera manifestación y la fuente misma
del proyecto de Dios sobre toda la humanidad,
cuando llega a formular el principio de la
creación de todas las cosas por Dios.
Esto significa que el hombre ha captado el
actuar gratuito y misericordioso del Señor en
favor del hombre.
23. b) Principio de la creación y acción gratuita de Dios
El hombre y la mujer, creados a imagen y
semejanza de Dios ( Gn 1, 26 – 27 ),
están llamados a ser el signo visible y
el instrumento eficaz de la gratuidad divina,
en el jardín en el que Dios los ha puesto
como cultivadores y guardianes de los bienes
de la creación.
24. b) Principio de la creación y acción gratuita de Dios
27. La narración del pecado de los orígenes
( Gn 3, 1 – 24 ) describe la situación de
tentación permanente y de desorden en
que se encuentra la humanidad tras la caída
de nuestros primeros padres.
25. b) Principio de la creación y acción gratuita de Dios
Desobedecer a Dios significa apartarse de
su mirada de amor y querer administrar
por cuenta propia la existencia recibida de Dios
y la capacidad de actuar en el mundo.
26. b) Principio de la creación y acción gratuita de Dios
La ruptura de la relación con Dios provoca
la ruptura de la unidad interior de la persona
humana, de la relación de comunión entre
hombre y mujer, y de la relación armoniosa
entre los hombres y otras criaturas ( GS 13 ).
28. a) En Jesucristo se cumple el acontecimiento
decisivo de la historia de Dios con los hombres.
28. La benevolencia y la misericordia,
que inspiran el actuar de Dios y ofrecen
su clave de interpretación, se vuelven tan
cercanas al hombre, que asumen los rasgos
del hombre Jesús, el Verbo hecho carne.
29. a) En Jesucristo se cumple el acontecimiento
decisivo de la historia de Dios con los hombres.
Jesús mismo describe su ministerio mesiánico con las
palabras proféticas de Isaías ( 4, 18 – 19 ) :
“El Espíritu del Señor está sobre mí porque me ha
ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva;
me ha enviado para proclamar la liberación a los
cautivos y para dar la vista a los ciegos; para dar la
libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia
del Señor“.
30. a) En Jesucristo se cumple el acontecimiento
decisivo de la historia de Dios con los hombres.
Con estas palabras y con su acción salvadora,
Jesús se sitúa en la línea del cumplimiento de la
voluntad de Dios, no sólo por llevar a cabo las
promesas de Dios a través de los profetas,
sino porque en Él se manifiesta definitivamente
quién es Dios, cómo se comporta con los hombres
y qué quiere del hombre.
31. a) En Jesucristo se cumple el acontecimiento
decisivo de la historia de Dios con los hombres.
29. El amor que anima el ministerio de Jesús
entre los hombres es el que el Hijo vive
en la acción íntima con el Padre.
Jesús anuncia y realiza la misericordia de
Dios e invita a seguir su ejemplo porque Él
es el primero que obedece el designio de
amor del Padre, como su enviado en el mundo.
32. a) En Jesucristo se cumple el acontecimiento
decisivo de la historia de Dios con los hombres.
Cristo tiene la misión dada por el Padre,
de hacer partícipe al hombre de la condición
de hijo de Dios y de darle todo lo que Él
ha recibido del Padre :
“ Ya no les llamo siervos, porque el siervo no
sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo
amigos, porque todo lo que he oído al Padre
se lo he dado a conocer “ ( Jn 15, 15 ).
33. a) En Jesucristo se cumple el acontecimiento
decisivo de la historia de Dios con los hombres.
Reconocer el amor del Padre significa,
para Jesús, inspirar su acción en la misma
gratuidad y misericordia de Dios, generadora
de vida nueva, y convertirse así en ejemplo
y modelo para sus discípulos
34. b) La revelación del Amor trinitario.
30. El testimonio del Nuevo Testamento,
con el asombro siempre nuevo de quien
ha quedado deslumbrado por el inefable
amor de Dios, capta en la luz de la revelación
plena del Amor trinitario ofrecida por la Pascua
de Jesucristo, el significado último de la
Encarnación del Hijo y de su misión entre
los hombres.
35. b) La revelación del Amor trinitario.
San pablo escribe ( Rm 8, 31 – 32 ) :
“ Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?
El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien,
lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará
con él gratuitamente todas las cosas? “.
36. b) La revelación del Amor trinitario.
31. Dios es Trinidad : Padre, Hijo y Espíritu Santo,
realmente un Dios y realmente distintas
personas, en una comunión infinita de amor.
Con las palabras y con las obras y, de forma
plena y definitiva, con su muerte y resurrección,
Jesucristo revela a la humanidad que Dios es
Padre y que todos estamos llamados por su
gracia a hacernos hijos suyos en el Espíritu
Santo, y por tanto, hermanos y hermanas
entre nosotros.
37. b) La revelación del Amor trinitario.
32. San Juan capta la consecuencia lógica de la
ofrenda hecha por el Cordero pascual :
“ Queridos, si Dios nos amó de esta manera,
también nosotros debemos amarnos unos a otros.
A Dios nadie lo ha visto jamás. Si nos amamos
unos a otros, Dios permanece en nosotros y su
amor a llegado en nosotros a su plenitud “
(1 Jn 4, 11–12 )
38. b) La revelación del Amor trinitario.
Cristo mismo expresa la exigencia de la reciprocidad
del amor en su mandamiento nuevo :
“ Como Yo los he amado, así ámense también
ustedes los unos a los otros “ ( Jn 13, 34 ).
El mandamiento del amor traza el camino para vivir
la vida trinitaria en Cristo y en la Iglesia, para poder
transformar con Él la historia hasta su plenitud en la
Jerusalén celeste.
39. b) La revelación del Amor trinitario.
33. El mandamiento del amor recíproco,
ley de vida del Pueblo de Dios, debe inspirar,
purificar y elevar todas las relaciones humanas
en la vida social y política, como vértice de
todos los valores humanos y cristianos.
Este modelo supremo de unidad, reflejo de
la vida íntima de Dios, Uno en tres personas,
es lo que los cristianos llamamos “comunión”.
41. a) El amor trinitario, origen y meta de la
persona humana.
34. La revelación del Amor trinitario de Dios
está unida a la revelación de la vocación
de la persona humana al amor.
Esta vocación ilumina la dignidad y libertad
del hombre y su intrínseca sociabilidad.
“ Ser persona a imagen y semejanza de Dios,
comporta existir en relación al otro ‘yo’ “
( MD 7 ).
42. a) El amor trinitario, origen y meta de la
persona humana.
“ El Señor, cuando ruega al Padre que todos
sean uno, como nosotros también somos uno
( Jn 17, 21-22 ), demuestra que el hombre es la
única criatura terrestre que Dios ha amado por
sí mismo, y no puede encontrar su propia plenitud,
si no es en la entrega sincera a los demás “
( GS 24 ).
43. a) El amor trinitario, origen y meta de la
persona humana.
35. La revelación cristiana proyecta una luz
nueva sobre la identidad, la vocación y
el destino último de la persona y del género
humano.
Se realiza entretejiendo múltiples relaciones
de amor, de justicia y de solidaridad con las
demás personas, mientras va desarrollando
su multiforme actividad en el mundo.
44. a) El amor trinitario, origen y meta de la
persona humana.
36. Las páginas del Génesis ( Gn 1, 28 )
muestran claramente la identidad y vocación
de la persona humana : hombre y mujer,
cumbre de la creación, son el tú creado por Dios
con libertad e inteligencia, para que,
en reciprocidad y complementariedad ordenen
la naturaleza creada según el designio divino
de amor, de solidaridad, de salvación.
45. a) El amor trinitario, origen y meta de la
persona humana.
37. El Génesis propone algunos fundamentos
de la antropología cristiana :
+ Inalienable dignidad de la persona humana.
+ Sociabilidad constitutiva del ser humano,
con el prototipo en la relación hombre – mujer,
expresión primera de la comunión de personas
humanas.
46. a) El amor trinitario, origen y meta de la
persona humana.
+ Significado del actuar humano en el mundo,
ligado al respeto por las leyes naturales,
para habitar el mundo y custodiarlo según
el proyecto salvador de instaurar todas
las cosas en Cristo.
47. b) La salvación cristiana : para todos los hombres
y de todo el hombre.
38. La salvación es universal e integral.
Concierne a la persona en todas sus
dimensiones : personal y social,
espiritual y corpórea,
histórica y transcendente.
48. b) La salvación cristiana : para todos los hombres
y de todo el hombre.
Comienza a realizarse en la historia,
pero su cumplimiento tendrá lugar en el futuro
que Dios nos reserva en el fin del mundo,
en la resurrección de los muertos y en la
comunión eterna de vida con el Padre,
en el gozo del Espíritu Santo.
49. b) La salvación cristiana : para todos los hombres
y de todo el hombre.
39. La salvación que Dios ofrece a sus hijos,
requiere su libre respuesta y adhesión.
En esto consiste la fe, por la cual el hombre
se entrega entera y libremente a Dios,
respondiendo a su Amor, con el amor concreto
a los hermanos y con la firme esperanza
en las promesas del cielo.
50. b) La salvación cristiana : para todos los hombres
y de todo el hombre.
40. El nexo entre la relación con Dios y
la relación con los hermanos se explica
por la universalidad e integridad de la
salvación ofrecida por Cristo.
El mismo Cristo responde al escriba que
le pregunta sobre cuál es el primero de todos
los mandamientos ( Mt 12, 29-31 ) :
51. b) La salvación cristiana : para todos los hombres
y de todo el hombre.
“ El primero es ‘ Escucha, Israel : El Señor,
nuestro Dios, es el único Señor, y amarás
al Señor, tu Dios, con todo tu corazón,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas ’.
El segundo es : Amarás a tu prójimo como
a ti mismo. No existe otro mandamiento
mayor que éstos “.
52. c) El discípulo de Cristo como nueva criatura.
41. La vida personal y social, así como
el actuar humano en el mundo,
están siempre asechados por el pecado.
Pero Cristo “ padeciendo por nosotros,
abrió el camino, con cuyo seguimiento
la vida y la muerte se santifican y adquieren
nuevo sentido “ ( GS 22 ).
53. c) El discípulo de Cristo como nueva criatura.
El discípulo de Cristo se adhiere al misterio
pascual mediante la fe y a través de los sacramentos,
de modo que su hombre viejo está crucificado
con Cristo, y es capaz, mediante la gracia,
de caminar según una vida nueva.
54. c) El discípulo de Cristo como nueva criatura.
Este nuevo caminar vale no solamente para
los cristianos, sino para todos los hombres
de buena voluntad, en cuyo corazón,
obra la gracia de modo invisible y desconocido.
55. c) El discípulo de Cristo como nueva criatura.
42. La transformación interior de la persona,
en su progresiva conformación con Cristo,
es el presupuesto esencial de una renovación
real de sus relaciones con las demás personas,
obteniéndose cambios sociales que favorezcan
la vida humana según el plan de Dios.
56. c) El discípulo de Cristo como nueva criatura.
43. “ No es posible amar al prójimo como
a sí mismo y perseverar en esta actitud,
sin la firme y constante determinación de
esforzarse por lograr el bien de todos y
de cada uno, porque todos somos
verdaderamente responsables de todos “
( SRS 38 ).
57. c) El discípulo de Cristo como nueva criatura.
44. También la relación con el universo creado
y las diversas actividades que el hombre
dedica a su cuidado y transformación,
diariamente amenazadas por la soberbia
y el amor desordenado a sí mismo,
deben ser purificadas y perfeccionadas
por la cruz y la resurrección de Cristo.
58. c) El discípulo de Cristo como nueva criatura.
“ Dándole gracias al Bienhechor por las criaturas,
usando y gozando de ellas en pobreza y con
libertad de espíritu, entra de veras en posesión
del mundo, como quien nada tiene y es dueño
de todo “ ( 1 Co 3, 22-23 ).
59. d) Transcendencia de la salvación y autonomía
de las realidades terrenas.
45. El misterio de la salvación muestra
que lo humano, cuanto más se contempla
a la luz del designio de Dios, y se vive
en comunión con Él, tanto más se potencia
y se libera en su identidad y en la libertad
que le es propia.
60. d) Transcendencia de la salvación y autonomía
de las realidades terrenas.
Esta perspectiva orienta hacia una visión correcta
de las realidades terrenas y de su autonomía,
es decir, que las cosas creadas y la sociedad misma
gozan de propias leyes y valores que el hombre
ha de descubrir, emplear y ordenar poco a poco.
61. d) Transcendencia de la salvación y autonomía
de las realidades terrenas.
“ Es absolutamente legítima esta exigencia
de autonomía, que debe ir acompañada del
reconocimiento de la metodología particular
de cada ciencia o arte “ ( GS 36 ).
62. d) Transcendencia de la salvación y autonomía
de las realidades terrenas.
46. No existe autonomía absoluta del hombre
respecto a Dios, pues somos criaturas que
provienen de un Creador. ni existe conflictividad
entre Dios y el hombre … ,
63. d) Transcendencia de la salvación y autonomía
de las realidades terrenas.
… sino una relación de amor en la que el mundo
y los frutos de la acción del hombre en el mundo,
son objeto de un don recíproco entre el Padre
y los hijos, y de los hijos entre sí, en Cristo Jesús.
Todo, ordenado al amor universal en Dios.
64. d) Transcendencia de la salvación y autonomía
de las realidades terrenas.
47. La persona humana transciende el horizonte
del universo creado, de la sociedad y de la
historia, pues su fin último es Dios mismo,
que se ha revelado a los hombres para invitarlos
y admitirlos a la comunión con Él.
65. d) Transcendencia de la salvación y autonomía
de las realidades terrenas.
Por lo que el hombre no debe darse a un proyecto
solamente humano de la realidad, sino que debe
darse a otra persona, a otras personas, y por último,
a proyectos que transciendan al hombre mismo,
orientados a Dios.
66. d) Transcendencia de la salvación y autonomía
de las realidades terrenas.
48. La persona no puede ni debe ser
instrumentalizada por las estructuras sociales,
económicas y políticas, porque todo hombre
posee la libertad de orientarse hacia su fin último,
67. d) Transcendencia de la salvación y autonomía
de las realidades terrenas.
… y porque toda realización cultural, social,
económica y política, debe considerarse siempre
como realidad relativa y provisional, en una
relatividad escatológica o en relación al cielo,
y en una relatividad teológica o en relación al
don de amor recibido de Dios.
69. a) La Iglesia, signo y salvaguardia de la transcendencia
de la persona humana.
49. La Iglesia, comunidad de los que son
convocados por Jesucristo resucitado y
lo siguen, es signo y salvaguardia del carácter
transcendente de la persona humana.
70. a) La Iglesia, signo y salvaguardia de la transcendencia
de la persona humana.
La Iglesia ha recibido de Cristo la misión de
“ anunciar el Reino de Cristo y de instaurarlo
en todos los pueblos, constituyendo en la tierra
el germen y el principio de ese Reino “ ( LG 5 ).
71. a) La Iglesia, signo y salvaguardia de la transcendencia
de la persona humana.
50. La Iglesia se pone concretamente al
servicio del Reino de Dios, ante todo,
anunciando el Evangelio de la salvación y
constituyendo nuevas comunidades cristianas,
difundiendo los valores evangélicos,
que ayudan a los hombres a seguir el designio
amoroso de Dios.
72. a) La Iglesia, signo y salvaguardia de la transcendencia
de la persona humana.
51. A la identidad y misión de la Iglesia en
el mundo, corresponde una finalidad
escatológica y de salvación, y por lo que
la Iglesia ofrece una original e insustituible
aportación, a través de la predicación y
de la administración de los sacramentos,
mostrando al hombre su vocación integral
y definitiva.
73. b) Iglesia, Reino de Dios y renovación de las
relaciones sociales.
52. La vida en Cristo hace brotar la identidad
y la sociabilidad de la persona humana,
con sus consecuencias concretas en el plano
histórico.
Las comunidades cristianas se proponen como
lugares de comunión, de testimonio y fomento
de redención, así como de transformación
de las realidades sociales.
74. b) Iglesia, Reino de Dios y renovación de las
relaciones sociales.
53. La transformación de las relaciones sociales,
según las exigencias del Reino de Dios,
no está establecida de una vez por todas,
en sus determinaciones concretas.
Se trata, más bien, de una tarea confiada
a la comunidad cristiana, que la debe elaborar
y realizar a través de la reflexión y la praxis
inspirada en el Evangelio.
75. b) Iglesia, Reino de Dios y renovación de las
relaciones sociales.
54. Jesucristo revela que Dios es amor,
y que la ley fundamental de la perfección
y de la transformación del mundo es el
mandamiento nuevo del amor.
Esta ley está llamada a convertirse en
medida y regla última de todas las
dinámicas humanas.
76. b) Iglesia, Reino de Dios y renovación de las
relaciones sociales.
55. La transformación del mundo se presenta
como una instancia fundamental de
nuestro tiempo.
A esta exigencia, la Doctrina social de la Iglesia
quiere ofrecer las respuestas que los signos
de los tiempos reclaman, indicando ante todo
en el amor recíproco entre los hombres,
bajo la mirada de Dios, el instrumento más
potente de cambio, a nivel personal y social.
77. c) Cielos nuevos y tierra nueva.
56. La promesa de Dios y la resurrección de
Jesucristo suscitan en los cristianos la
esperanza fundada de que para todas las
personas humanas está preparada una
morada nueva y eterna, una tierra en la
que habita la justicia.
Esta esperanza debe estimular la solicitud
en el trabajo con la realidad presente.
78. c) Cielos nuevos y tierra nueva.
57. Los bienes, como la dignidad humana,
la libertad, los frutos de la naturaleza y
las obras humanas, pertenecen al
Reino de la verdad y de la vida, de la
justicia y del amor que Cristo entregará
al Padre en el último día, mismos
bienes que regresarán al hombre,
según las palabras de Cristo en Mt 25,
34-36.40 :
79. c) Cielos nuevos y tierra nueva.
57. “Venid, benditos de mi Padre,
recibid la herencia del Reino
preparado para vosotros desde
la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me
disteis de comer …”
80. c) Cielos nuevos y tierra nueva.
58. La realización plena de la persona
humana, actuada en Cristo gracias al
don del Espíritu Santo, madura ya en
la historia y está mediada por las
relaciones de la persona con las otras
personas, acciones que alcanzan su
perfección en el esfuerzo por mejorar
al mundo en el marco de la justicia y
de la paz : anticipación en el presente
del Reino prometido por Dios.
81. c) Cielos nuevos y tierra nueva.
58. La configuración con Cristo y la
contemplación de su rostro infunden
en el cristiano el anhelo de participar
ya en este mundo del Reino venidero.
El cristiano se percibe como una
creatura querida por Dios y elegida
por Él para realizar la misión de
colaborar con la instauración del
Reino de Cristo en la tierra.
82. d) María y su “fiat” al designio de amor de Dios.
59. Heredera de la esperanza de los justos
de Israel y primera entre los discípulos
de Cristo, es María, su Madre.
Con su “fiat” ( “hágase” ), acoge en
nombre de toda la humanidad al enviado
del Padre, al Salvador.
83. d) María y su “fiat” al designio de amor de Dios.
En su “magnificat” proclama la salvación
de Dios a través de la humildad, la justicia
y la misericordia hacia los que le temen.
84. d) María y su “fiat” al designio de amor de Dios.
59. Los cristianos, discípulos de Cristo,
acogemos la sentimientos del corazón
de María con la conciencia de que no
se puede separar la salvación de Dios
del amor preferencial por los pobres y
los humildes, a los que especialmente
atendieron Jesús y María.
85. d) María y su “fiat” al designio de amor de Dios.
59. María, totalmente dependiente de Dios
y toda orientada hacia Él con el impulso
de su fe,
“ es la imagen más perfecta de la libertad
y de la liberación de la humanidad y
del cosmos “ ( LC, 97 ).