El conflicto surgió debido a la oposición de la población de San Miguel de Zámbiza al ingreso de residuos sólidos al botadero del mismo nombre. Las causas incluyeron la falta de credibilidad técnica y ambiental del municipio de Quito en la gestión de residuos, la idea arraigada de un botadero a cielo abierto, y factores políticos asociados a una elección. Como consecuencia, se prohibió la descarga de desechos de centros de salud, lo que generó problemas operativos y de salud pública.