La contaminación acústica se refiere al exceso de sonido producido por actividades humanas como el tráfico, la industria y la construcción, que puede causar daños a la salud auditiva, física y mental. Los niveles de sonido por encima de 55 dB(A) se consideran perjudiciales, y la Organización Mundial de la Salud recomienda 70 dB(A) como límite máximo. La exposición prolongada a ruidos, incluso de bajo nivel, puede causar problemas auditivos e incluso sordera.