La contaminación de los alimentos puede ocurrir cuando microorganismos extraños se incorporan a la flora microbiana natural de las plantas y animales. La flora de las verduras y frutas incluye bacterias como Pseudomonas, Alcaligenes y Lactobacillus, aunque su número depende de cada planta y puede variar desde cientos a millones por centímetro cuadrado. Las superficies expuestas de las plantas se contaminan fácilmente por el suelo, agua, aire o animales, permitiendo que microorganismos ajenos se incorporen