1. CONTRATO PSICOLÓGICO: UNA RELACIÓN CON BASE EN LAS EXPECTATIVAS
Como en las relaciones humanas, las relaciones de empleo no son estáticas o simples, por el
contrario, estas compuestas por varios elementos que se interrelacionan, interactúan y están sujetas
a transformación continua. Por esta razón, una relación de empleo no se agota en términos
especificados por un contrato laboral de tipo escrito, sino que incluye un sinnúmero de percepciones,
expectativas y creencias que tanto el empleador como el empleado sostienen con relación a las
condiciones que se establecen con respecto a ese empleo (Alcover,2002). Asimismo, está inmersa
en un marco amplio marco de interacción social, que no solo incluye al jefe inmediato y al trabajador,
sino a los compañeros de trabajo, a otros niveles organizacionales y a la sociedad en general.
Rousseau (1989) ha definido el contrato psicológico como un conjunto de creencias
individuales en las estipulaciones y condiciones de un acuerdo de intercambio recíproco entre una
persona y otra parte. Esta creencia individual tiene como base en la percepción generada por la
elaboración de una promesa y que se ofrece algo a cambio de ella, lo que une a las dos partes en
una serie de obligaciones recíprocas (Rousseau y Tijoriwala, 1998).
La flexibilidad del Contrato Psicológico
La noción de esquema o modelo mental es muy útil para comprender el contrato psicológico
(Palací, 2008), así como Rousseau (2001) la usa en algunas ocasiones. La autora reflexiona acerca
del contrato psicológico de un trabajador con similitudes a un esquema cognitivo, que se va
desarrollando a lo largo del tiempo, a medida que el trabajador recoge experiencia dentro de la
organización.Palací define (2008) un esquema como la organización cognitiva o el modelo de
elementos relacionados conceptualmente. Este representa una abstracción de un concepto
2. complejo.Para Palací (2008) el concepto de esquema mental también contribuye al entendimiento de
cómo los contratos psicológicos se forman y funcionan cuando la información que algún miembro de
la relación tiene sobre la otra es incompleta, especialmente en lo referente a sus intenciones o
expectativas.
Componentes del Contrato Psicológico.
Los componentes principales yacen en la dimensión continua del contrato psicológico que se
manifiesta en dos polos opuestos: los intercambios de tipo relacional, que son aquellos que
manifiestan un compromiso indefinido que se basa en la confianza entre las partes. En el otro polo
se encuentran los intercambios de tipo transaccional, que tienen una limitada implicación de ambas
partes y que parecen estar centrados en los posibles beneficios inmediatos y directos que el interés
por una vinculación duradera (Alcover, 2002).
Los componentes del contrato de tipo relacional según la descripción de Alcover (2002)
serían:
Implicaciones emocionales unidas a los intercambios económicos
Relaciones que conciernen a la persona en su totalidad
Tiempos indefinidos en la relación
Términos escritos y otros no escritos que surgen con el correr del tiempo.
Una condición dinámica y flexible que hace al contrato sujeto a cambios
Esta relación tiene afectación directa a varias dimensiones de la persona, no solo a la laboral,
sino también al familiar y social.
3. Existe una dificultad para identificar los elementos implícitos por parte de terceras personas en
la relación de las partes (Palací, 2008).