El documento describe la educación para el desarrollo como un proceso dinámico e interactivo orientado a la formación integral de las personas y su comprensión de los problemas globales del desarrollo y las desigualdades entre el norte y el sur. La educación para el desarrollo influye en las dimensiones personal, local, nacional e internacional y evoluciona con las personas que interactúan a través de la educación formal, no formal o informal.