La crisis del diseño se debe a una crisis más amplia de la cultura del bienestar sustentada en el sistema socio-político vigente. El mundo tiende a dejar de ser uno de objetos y sujetos pensantes, y podría convertirse en uno de programados en lugar de proyectistas. Además, la crisis del objeto significa la muerte del arte, ya que la industrialización y democratización del objeto lo convierten en algo masivo en lugar de único. La ciudad también experimenta una crisis al ser ella misma un objeto de uso colectivo al igual que el objeto lo es para el