El documento describe las diferentes clasificaciones de las arquitecturas cliente-servidor, incluyendo por tamaño de componentes (Fat Client, Fat Server), por naturaleza del servicio (servidores de ficheros, bases de datos, transacciones, objetos, web, proxy), y por reparto de funciones entre cliente y servidor (presentación distribuida, presentación remota, lógica o proceso distribuido, acceso a datos remoto, bases de datos distribuidas). Concluye que el modelo cliente-servidor es flexible y adaptable, permite aumentar el rendimiento, y