El documento discute cómo la estimulación cerebral profunda, un tratamiento comúnmente usado para el Parkinson, puede usarse también para tratar la obesidad. Investigadores proponen que la estimulación del hipotálamo lateral y el núcleo accumbens puede ayudar a controlar el hambre y los antojos de comida. Si bien la terapia ha tenido éxito para algunos pacientes, aún se considera un último recurso debido a su costo y naturaleza invasiva.