La inteligencia artificial se presenta como una innovación que los contadores deben monitorear constantemente para identificar sus aplicaciones más útiles. Para 2030, el AI sumará $15 billones a la economía global y 370 millones de personas cambiarán de trabajo debido al AI. Los contadores pueden trabajar con socios tecnológicos para adoptar el AI de forma ágil y preparar sus procesos y datos para integrar estas tecnologías.