Este documento resume los rasgos generales de la pintura barroca entre 1600 y 1750, incluyendo su finalidad narrativa, el uso del color y el movimiento, y los temas religiosos y mitológicos. Luego describe brevemente a dos pintores barrocos importantes: Georges de La Tour, conocido por sus escenas religiosas iluminadas tenuemente, y Claudio de Lorena, reconocido por sus paisajes envueltos en luces atmosféricas con figuras secundarias.