Van Dyck comenzó sus estudios como alumno de Pedro Pablo Rubens en Amberes, aprendiendo su técnica y estilo. Viajó a Italia para estudiar las grandes obras renacentistas, especialmente de Tiziano, su pintor favorito. Más tarde se trasladó a Inglaterra, donde pasó a ser el pintor principal de la corte del rey Carlos I, especializándose en retratos reales.