debemos destacar como, desde la época antigua, la obligación se utiliza como un deber jurídico y a su vez se emplea para el hecho de obligarse, para designar el vínculo jurídico entre sujeto activo y sujeto pasivo, donde entre los mismos la relación jurídica debe satisfacer necesidades y en su caso el deudor debe satisfacer una prestación a favor del acreedor que puede consistir en un dare, facere, praestare.