El documento argumenta que la práctica reflexiva es una competencia fundamental para los maestros. Les permite mejorar constantemente sus métodos de enseñanza a partir de instancias de éxito y fracaso, y así adaptarse a cada tipo y generación de estudiantes. También señala que la sociedad se beneficia de la presencia de profesionales de la enseñanza bien capacitados, ya que ayudan a formar ciudadanos comprometidos con el crecimiento equilibrado y consciente de la sociedad.

1. Desarrollar la Práctica Reflexiva en el Oficio de Enseñar Philippe Perrenoud

2. La Sociedad Evoluciona

3. La Escuela Evoluciona

4. Escuela Antes Escuela Ahora Maestro Moderador Guía Interlocutor Saberes Estudiante

5. Todos quieren una Educación de Calidad Eficaz y Eficiente Pero MAS POR MENOS ¿Se Podrá generar una educación de Calidad a un Bajo Costo?

6. Un Cambio en la Educación Involucra Movimiento De todos ¿Quienes Quieren Un Cambio? Ricos Pobres Clase Media ¿Qué Hacemos?

7. Como Competencia Base del Enseñante La Practica Reflexiva de la Ciencia del enseñar

8. REFLEXION EN EL FRACASO EXITO CORRECCIÓN MEJORA El ejercicio de una práctica educativa reflexiva permite al enseñante mejorar constantemente sus métodos de enseñanza. Tanto de las instancias de éxitos como de fracasos se pueden obtener herramientas que ayuden adaptar los métodos para llegar a cada tipo y generación de estudiantes. EVOLUCION

9. Tarea del Maestro Interactuar constantemente con la sociedad como un “MAESTRO CIUDADANO” Tarea de la Sociedad Reconocer en el maestro a un ciudadano capacitado para aportar constructivamente al crecimiento del individuo y de la sociedad misma.

10. Tarea de la Universidad Generar Competencias Profesionales para Formar Profesionales de la Educación de Alto nivel ¿Cómo? Desarrollando dispositivos específicos como por ejemplo: Análisis de práctica, Estudios de casos, videoformación, escritura clínica, técnicas de autobservación y de explicitación y entrenamiento para el trabajo sobre el propio habitus y el “inconsciente profesional”

11. La sociedad gana muchísimo con la presencia de profesionales de la enseñanza trabajando en las aulas, ya que los enseñantes son el gran molde (junto con la familia) que forma a los futuros actores y constructores sociales. Una sociedad sana esta constituida por gente comprometida con su crecimiento equilibrado, libre y consiente.