El documento discute el centro de la enseñanza y la importancia de la motivación de los estudiantes. Sostiene que los profesores deben proponer tareas desafiantes que impliquen esfuerzo pero también satisfacción para los estudiantes. Además, argumenta que la enseñanza debe ser exigente sin trivializar los conocimientos. Finalmente, enfatiza que la escuela instituye valores democráticos como el reconocimiento del otro y la búsqueda del bien común.