Este documento describe las desigualdades económicas entre el mundo desarrollado y subdesarrollado, y sus orígenes. Explica que el colonialismo y la división internacional del trabajo impuesta por los países occidentales concentraron a los países pobres en la producción de materias primas de bajo valor, mientras que los países ricos se dedicaron a la industria. Además, señala que la deuda externa y las políticas de los organismos económicos internacionales han mantenido esta desigual situación.