La diabetes causa hiperglucemia (niveles altos de azúcar en la sangre) o hipoglucemia (niveles bajos), lo que genera síntomas como visión borrosa, latidos cardíacos rápidos, sed excesiva o cansancio. La hiperglucemia daña los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y hepáticas, mientras que la hipoglucemia puede causar crisis epilépticas o daño cerebral permanente.