El diagnóstico es una fase importante del proceso de intervención social que busca generar conocimiento sobre los elementos que influyen en las situaciones de conflicto. Esto requiere entender las características del contexto e identificar los síntomas y agentes involucrados en los conflictos. El diagnóstico permite fragmentar el sistema para observar todas las variables y determinar la causa raíz del problema. Esta fase puede repetirse durante el proceso para evaluar el impacto de las acciones y considerar alternativas que ayuden a alcanzar los objetivos planteados