La educación en la Edad Media se divide en dos fases principales: la educación patrística y la escolástica. La educación patrística se basaba en la enseñanza especializada y gradual guiada por un solo maestro, mientras que la educación escolástica buscaba enseñar la verdad revelada a través de la ciencia y la tecnología conciliando la fe y la razón en la universidad.