El diencéfalo se compone de varias partes importantes: el tálamo, que actúa como una estación de relevo sensitivo para los impulsos nerviosos antes de llegar al córtex cerebral; el hipotálamo, que regula funciones vitales como la temperatura corporal, el apetito y las emociones; y el epitálamo, que incluye la glándula pineal que segrega la hormona melatonina relacionada con los niveles de luz.