La dieta mediterránea es rica en vitaminas, ácido fólico y hierro, y es beneficiosa para las embarazadas. Se recomienda beber al menos dos litros de agua diarios para mantenerse hidratada y prevenir varices. El plan de comidas diario incluye desayunos ligeros como leche, fruta y pan integral; almuerzos con yogur, fruta y frutos secos; y cenas ligeras como sopas, ensaladas y vegetales.