Este documento discute la ética y la moral en la función pública. Explica que la ética y los valores como la justicia, el respeto y la honestidad son principios fundamentales para la estabilidad social y deben guiar la conducta de los funcionarios públicos. También identifica varios "anti-valores" como la corrupción, el soborno y la mentira que degradan las instituciones públicas y la sociedad.