SlideShare una empresa de Scribd logo
Módulo 6
Identificar los prin-
cipios y valores fun-
damentales de la DSI
para inspirar en los
miembros de la Igle-
sia el compromiso
con los procesos de
cambio personal y
social en la instaura-
ción del Reino de
Dios.
Principios y valores
Doctrina Social
de la Iglesia
 Los principios como criterios
de convivencia social.
 Descripción de los principios
de la DSI.
 Los valores fundamentales
de la DSI.
 Descripción de los valores
fundamentales.
Estudiaremos los elementos que la DSI ofrece
para analizar la realidad, discernir en ella el
plan de Dios y transformar su entorno social.
En la unidad anterior se analizó la dignidad de
la persona y su dimensión social como funda-
mento de donde brotan los demás principios
que orientan y regulan la vida social.
La DSI se comprende como un
proceso de reflexión en el que se
discierne la voluntad de Dios
sobre las personas y sobre la
vida social, política, económica
y cultural.
 el bien común.
 el destino universal
de los bienes.
 subsidiaridad.
 participación.
 solidaridad.
Estos principios han de comprenderse y
aplicarse de manera que expresen su unidad,
conexión y articulación, para que sea
auténtica DSI.
Estos son los llamados principios de la DSI y
se analizarán en esta unidad cinco de ellos :
4.1. Los principios como enseñanza social
y criterios de convivencia social
Estos principios y valores son la base de la DSI y
forman parte de la enseñanza moral de la
Iglesia.
“Es Magisterio auténtico, que exige la aceptación y
adhesión de los fieles” (CDSI, 80).
Los principios fundamentales y los valores
permanentes de la DSI pueden ser compa-
rados con una “caja de herramientas”
que facilita a las personas en sociedad
el poder construir una sociedad más
justa, solidaria y fraterna inspirada
en el plan de salvación de Dios.
Estos principios deben ayudar en el proceso
de conocer, juzgar y transformar la realidad
social.
Los principios se asemejan a
un foco de luz que se pro-
yecta sobre la realidad para
compararla con la visión
cristiana del ser humano y de
la sociedad, para cambiar la
realidad en que se vive según
estos cristianos criterios.
Los principios representan la parte teórica de
la DSI porque recogen conceptos y doctrinas
que proponen una visión del hombre y de la
sociedad.
Al mismo tiempo,
inspiran e impulsan
a realizar el orden
social propuesto.
A la vez, son principios universales que
pueden ser aceptados por todos, ya que
expresan ciertamente verdades de fe, pero
también elementos del orden moral
natural común a todo ser humano.
4.2. Descripción de los principios de la DSI
4.2.1. El Bien Común
Es "el conjunto de condiciones de la vida
social que hacen posible a los grupos y a
cada uno de sus miembros el logro más
pleno y más fácil de la propia per-
fección".GS 26
¿Qué es el bien común?
 Es el fin al que debe aspirar toda sociedad
humana.
 Es un bien, porque es conveniente para el
desarrollo de cada persona.
munidad y todos los miembros de una so-
ciedad pueden participar y beneficiarse.
 Tiene prioridad frente a bienes particulares
o sectoriales.
 Es el bien del todo y de cada una de las
partes.
Por ejemplo: el bien que pro-
cede de la paz, la seguridad
ciudadana o un medio ambien-
te saludable para las personas.
El bien común "pone de relieve el sentido
humano y la capacidad para animar las es-
tructuras sociales en su totalidad y en cada
uno de sus sectores concretos, estimulando
las transformaciones en profundidad, se-
gún el criterio de la justicia social" (MM 67).
El bien común conlleva tres
elementos esenciales (CCE 1925):
 el respeto y la promoción de los derechos
fundamentales de la persona.
 la prosperidad o el desarrollo de los bienes
espirituales y temporales de la sociedad.
 la paz y la seguridad del grupo y de sus
miembros.
 Justa distribución de los bienes, de tal modo
que no se produzcan desigualdades.
 Adecuada organización social en la que cada
sociedad ha de responder a algún aspecto del
bien común o a un bien común propio, de
El principio del bien común se puede resumir en:
4.2.2. Destino universal de los bienes.
En el relato de Gn 1, 26- 29 se narra el encargo de
Dios a los primeros padres de cuidar y benefi-
ciarse de los recursos de la tierra.
De este mandato
se desprende
este principio del
destino común de
los bienes de la
creación.
Estos bienes tienen que llegar a todos
de manera justa y solidaria.
Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecun-
dos, multiplíquense, llenen la tierra y
sométanla; dominen a los peces del mar,
a las aves del cielo y a todos los vivientes
que se mueven sobre la tierra». Y
continuó diciendo: «Yo les doy todas las
plantas que produ-
cen semilla sobre
La tierra, y todos
los árboles que dan
frutos con semilla:
ellos les servirán de
alimento».Gn 1, 28- 29.
La categoría ética del destino universal de los
bienes es una constante en la tradición de la
Iglesia:
pero fue adquiriendo primacía frente a la catego-
ría socio-jurídica de la apropiación o propiedad
privada a partir del Vaticano II, GS 69 al 71. El Papa
Juan Pablo II le dedicó el capítulo IV de la CA.
“Dios ha dado la
tierra a todo
el género humano
para que ella
sustente a todos
sus habitantes, sin
excluir a nadie ni
privilegiar a
ninguno. He aquí,
pues, la raíz
primera del destino
universal de los
bienes de la
tierra”(CA 31).
El CDSI lo expone como un derecho natural, ori-
ginario y prioritario; es decir, es inherente a la
persona concreta, a toda persona, y los otros de-
rechos están subordinados a este (cfr. #172).
El ser humano
corresponde a
esta donación
de Dios
mediante el
trabajo.
La remuneración del trabajo (el salario) es una
de las vías para tener acceso al destino universal
de los bienes.
Con su
inteligencia y
libertad llega
a dominar la
tierra, logran-
do que dé
frutos.
 la posesión del conocimiento.
 de la técnica.
 del saber.
En hacer llegar a todos esta forma moderna
de propiedad consiste la aplicación del destino
universal de los bienes.
Anteriormente
ahora
la propiedad se centraba en :
 la tierra.
 los medios de producción.
con la revolución tecnológica se centra en :
Modalidades para tener acceso al
destino universal de los bienes:
 Salarios justos y adecuados.
 Los frutos y productos de la tierra que se
multiplican espontáneamente o con la ayuda
del trabajo humano.
 Los bienes para la vida humana que llegan a
través del Estado, a quien le corresponde
distribuir la riqueza de un país a través de
instituciones específicas.
 Las donaciones voluntarias e instituciones
sociales destinadas a compartir los bienes
necesarios con los más necesitados.
 La Iglesia también tiene una tarea de caridad
social que cumplir.
Opción preferencial por los pobres
« Este amor preferencial, con las decisiones
que nos inspira, no puede dejar de abarcar a
las inmensas muchedumbres de hambrien-
tos, mendigos, sin techo, sin cuidados médi-
cos y, sobre todo, sin esperanza de un
futuro mejor: no se puede olvidar la
existencia de esta realidad. Ignorarlo
significaría parecer-nos al ‘rico Epulón’ que
fingía no conocer al mendigo Lázaro,
postrado a su puerta
(cf. Lc 16, 19-31)». SRS 42.
Propiedad privada y destino
universal de los bienes
El derecho de propiedad, aunque sea legítima-
mente ejercido, jamás debe perder de vista este
principio.
La propiedad da cumplimiento al
derecho al uso de bienes en la
medida en que les facilita realizar
su finalidad.
Cualesquiera que fuesen las formas de
propiedad, debe considerarse siempre este
destino universal de los bienes que
constituye un derecho natural y fundamental.
El propietario
En las naciones
"no debe tener las cosas exteriores que le-
gítimamente posee como exclusivamente
suyas, sino también como comunes, en el
sentido de que no le aprovechen a él sola-
mente, sino también a los demás" (GS, 69).
deben
contribuir al
destino común
de los bienes
 la previsión
 la seguridad social
 la cultura
 la educación
4.2.3. El principio de subsidiaridad
Toma su nombre de la palabra latina
subsidium, que significa “ayuda”.
¿Qué indica el principio de subsidiaridad?
“El principio de subsidiaridad indica que una
estructura social de orden superior no debe
interferir en la vida interna de un grupo social
de orden inferior, privándole de sus compe-
tencias, sino que más bien debe sostenerle
en caso de necesidad». Compendio Catecismo 403
El principio de subsidiaridad y el de
solidaridad, forman como dos caras de una
moneda, donde una complementa a la otra.
Por este principio, toda instancia de orden
superior solo puede y debe inmiscuirse
en la solución de los problemas de una
instancia inferior
cuando esta no esté en capacidad de
hacerlo.
No es lícito ni justo
traspasar a la comu-
nidad y quitar a los
individuos, grupos me-
nores e inferiores, lo
que ellos puedan
realizar con su propio
esfuerzo e iniciativa.
Toda acción de la sociedad, en virtud de su
propia naturaleza, debe prestar ayuda a los
miembros del cuerpo social, pero nunca
destruirlos ni absorberlos.
La subsidiaridad exige reconocer aquello
que cada persona o grupo puede realizar
con su propio esfuerzo.
La encíclica Centesimus Annus 48 describe este
principio con las siguientes palabras, donde se
destacan cuatro verbos.
“Una estructura superior de orden supe-
rior no debe interferir en la vida interna
de un grupo social de orden inferior,
privándole de sus competencias, sino que
más bien debe sostenerle en caso de
necesidad y ayudarle a coordinar su
acción con la de los demás componentes
sociales, con miras al bien común”.
A la actuación del principio de subsidiaridad co-
rresponde el respeto y la promoción efectiva del
primado de la persona y de la familia (CDSI 187).
Este principio aplicado en:
 LA FAMILIA Y EN LA ESCUELA: promoviendo
la iniciativa y responsabilidad personal, lo
que favorece el protagonismo, la creativi-
dad y el desarrollo de los hijos.
La educación de los hijos es responsabili-
dad de la familia, y por el principio de sub-
sidiaridad, la escuela y el Estado
ayudan a educar a los hijos.
Por ello, los padres de familia
deciden qué tipo de educación
han de recibir sus hijos y no a
la inversa, cuando es el Estado
quien les impone el tipo de
educación.
 EL ÁMBITO DEL TRABAJO : respetando
 la iniciativa  la creatividad
la capacidad de decisión
de los trabajadores
 EL ESTADO: fomentando
 las iniciativas sociales  económicas
 políticas  culturales de la sociedad civil
sin olvidar su función supletoria y de ayuda
cuando los grupos de la sociedad lo requie-
ran, pero sin destruir los espacios de liber-
tad propios de la persona, de las organiza-
ciones y sociedades intermedias.
“A la luz del principio de subsidiaridad, sin
embargo, esta suplencia institucional no
debe prolongarse y extenderse más allá de
lo estrictamente necesario, dado que en-
cuentra justificación sólo en lo excepcional
de la situación” (CDSI 188).
“En la subsidiaridad
debe haber tanta
sociedad como
sea posible y tan solo
tanto Gobierno como
sea necesario”
4.2.4. El principio de participación
El catecismo de la Iglesia plantea el principio
de la DSI de la siguiente manera :
« La participación es el compromiso
voluntario y generoso de la persona
en los intercambios sociales. Es
necesario que todos participen, cada
uno según el lugar que ocupa y el
papel que desempeña, en promover el
bien común. Este deber es inherente a
la dignidad de la persona humana ».
CCE 1913.
La participación, que tiene como finalidad el
bien de los otros y de la sociedad, puede ser
muy variada, pero se inicia con las responsabi-
lidades personales “por la atención prestada a
la educación de la familia, por la conciencia
en su trabajo” (CCE 1914).
 contribuir de manera voluntaria y generosa
en el desarrollo de la vida
 cultural  económica,
 política  social de la sociedad
La participación social permite el protagonismo
de las personas y la posibilidad de convertirse
en verdadero actor de la vida social y política.
Este principio se convierte en
una exigencia fundamental de
la naturaleza del ser humano
para alcanzar la realización
del bien común, de forma
organizada e intensa, en la
empresa, en el campo social
y político, etc., porque todos
somos miembros activos de
la vida socioeconómica, polí-
tica y cultural (OA, 46-47).
El principio de participación se puede realizar
en los distintos ámbitos de la vida social.
EN LA VIDA POLÍTICA, mediante el ejercicio de
sus libertades y de su rol cívico como construc-
tor permanente de la vida democrática.
El desarrollo político ha de respetar y favorecer
las libertades en la vida pública con la
participación de todos .
Se presentan dos de capital importancia para
el bien de la sociedad :
 En la vida política
 En la vida económica
o empresarial
“Para animar cristianamente el orden
temporal —en el sentido señalado de servir a
la perso-na y a la sociedad— los fieles laicos
de nin-gún modo pueden abdicar de la
participa-ción en la ‘política’; es decir, de la
multifor-me y variada acción económica,
social, legisla-tiva, administrativa y cultural,
destinada a pro-mover orgánica e
institucionalmente el bien común [...]. Esto
exige que los fieles laicos es-tén cada vez más
animados de una real parti-cipación en la vida
de la Iglesia e iluminados por su doctrina
social”. ChL 42.
El Papa Juan Pablo II enseñaba a los laicos:
EN LA VIDA ECONÓMICA O EMPRESARIAL, la
encíclica Mater et Magistra (MM) propone:
do caso, debe tender a que la em-
presa sea una auténtica comuni-
dad humana, cuya influencia bien-
hechora se deje sentir en las rela-
ciones de todos sus miembros y
en la variada gama de sus funcio-
nes y obligaciones [...]
“...a los trabajadores hay que darles una par-
ticipación activa en los asuntos de la empre-
sa donde trabajan, tanto en las privadas co-
mo en las públicas; participación que, en to-
“Todo ello implica la conveniencia de que
los obreros puedan hacer oír su voz y
aporten su colaboración para el eficiente
funcionamiento y desarrollo de la empre-
sa. Observaba nuestro predecesor, de feliz
memoria, Pío XII, que ‘la función económi-
ca y social que todo hombre aspira a cum-
plir exige que no esté sometido totalmente
a una voluntad ajena el despliegue de la
iniciativa individual”.
MM 91-92.
Y la Centesimus Annus CA 43, mediante la
acción de un gran movimiento asociativo de
los trabajadores, que procure alcanzar la
liberación y promoción integral de las
personas.
En la DSI se proponen
muchas formas de
concretizarse la
participación de los
trabajadores y
empresarios que bien
se pueden aplicar a
nuestra realidad.
La vida social debe favorecer el sentido de parti-
cipación en todos los ámbitos de la actividad hu-
mana, para lograrlo, se deben fomentar
estructu-ras adecuadas de colaboración que
faciliten esta participación.
Este es uno de los cometi-
dos de las asociaciones
intermedias que además
ofrecen la oportunidad
de unir esfuerzos para :
 satisfacer necesidades
 alcanzar bienes comunes
 motivar para el servicio a
los demás (cfr. QA 84-85).
4.2.5. El principio de Solidaridad
La solidaridad se presenta como principio
social, virtud humana y virtud cristiana, que
brota de las nuevas relaciones de interdepen-
dencia entre hombres y pueblos.
« La solidaridad, que emana de la fraternidad
humana y cristiana, se expresa ante todo en
la justa distribución de bienes, en la
equitativa remuneración del trabajo y en el
esfuerzo en favor de un orden social más
justo. La virtud de la solidaridad se realiza
también en la comunicación de los bienes
espirituales de la fe, aún más importantes
que los materiales ». Compendio del Catecismo. 414.
Según el principio de la solidaridad,
toda persona, al ser miembro de la sociedad,
está indisolublemente ligada al destino de ella,
y por el Evangelio estamos unidos al destino de
la salvación de todos los seres humanos.
En razón de la solidaridad el
hombre debe contribuir con
sus semejantes al bien co-
mún de la sociedad.
Cuando los hombres, grupos, comunidades loca-
les, asociaciones, organizaciones, naciones y con-
tinentes participan en la vida económica, políti-
ca y cultural superan el individualismo social y
político.
Libertad gremial
Acceso a la información
Libertad de culto
Acceso a la educación
Salud Deporte
Cultura
Escolaridad básica
Educación superior
Derechos cívicos
Trabajo
Vivienda
Previsión social
Legislación laboral
Por otro lado, la solidaridad como virtud
cristiana se reviste específicamente de
gratuidad total, de perdón y de reconciliación.
La solidaridad en palabras de Juan
Pablo II se entiende como una
virtud humana que se expresa en :
"la determinación firme y perseverante de
empeñarse por el bien común; es decir, por
el bien de todos y cada uno, para que todos
seamos verdaderamente responsables de
todos. Por solidaridad vemos al ‘otro’ (per-
sona, pueblo o nación) como un ‘semejante’
nuestro" (SRS, 38,39e).
La solidaridad debe llegar
principalmente a los menos
favorecidos (ancianos, jóve-
nes inadaptados, personas
marginadas, migrantes, per-
sonas en situación de calle)..
“Entonces el prójimo no es solamente un ser
humano con sus derechos y su igualdad fun-
damental con todos, sino que se convierte
en la imagen viva de Dios Padre, rescatada
por la sangre de Jesucristo y puesta bajo la
acción del Espíritu Santo. Por tanto, debe
ser amado, aunque sea enemigo, con el mis-
mo amor con que le ama el Señor” (SRS 40).
Actualmente, la interdependencia está favoreci-
da por los medios de comunicación, que acerca a
los hombres entre sí y los empuja a buscar instru-
mentos eficaces para solucionar los conflictos
internacionales (SRS, 38-40b; CA 10c, 33 y 51).
Esta actitud solidaria
debe proyectarse :
 con los grupos
 las comunidades
 los países
a través del
compromiso en la
vida económica,
política y cultural.
La solidaridad abarca la responsabilidad con
el bien común de nuestros contemporáneos:
 resguardando las conquistas de las gene-
raciones pasadas
 preparando un futuro más prometedor pa-
ra las generaciones venideras.
La solidaridad como actitud humana,
virtud cristiana y principio de la vida
social, se concretiza en :
 una sana distribución de bienes.
 la remuneración del trabajo.
 el empeño por un orden social más
justo que considera los legítimos
intereses de los distintos sectores
de la sociedad.
 el compartir de los bienes culturales
y espirituales que favorecen aque-
llas condiciones de vida dignas de
la persona humana (CCE 1940-1942).
4.3. Los valores fundamentales de
la Doctrina Social de la Iglesia
Ya se han descrito los principios perma-
nentes de la DSI.
Ahora conviene reconocer que en la base
de los mismos se encuentran unos
valores éticos que mueven a actuar de
acuerdo con las exigencias del bien
moral.
“Una persona es un ser que tiene la capaci-
dad y la misión de realizar en sí misma el
rico mundo de los valores, de ser un mode-
lo vivo de bondad” (Dietrich Von Hildebrand).
Los valores tienen que ver con algo o alguien
que es “valioso”.
Tiene valor todo aquello que nos ayuda a ser
 personas más libres
 más desarrolladas
 más felices
Los valores son cualidades
necesarias para el perfec-
cionamiento de la persona
en orden a lograr un autén-
tico humanismo y una ver-
dadera convivencia social.
Su fuente
más
profunda
es Dios,
primera
Verdad y
Sumo Bien.
Aquí es donde se nos hace
más necesario el discerni-
miento cristiano (descubrir
la voluntad de Dios para la
persona y para el nosotros
de la sociedad) y la auténti-
ca sabiduría en el compro-
miso social a la hora de ac-
tuar según los principios y
valores de la DSI.
Los valores están íntimamente relacionados
unos con otros, el rechazo u olvido de alguno,
reduce automáticamente la eficacia de los
demás
“La relación entre principios y valores es
indudablemente de reciprocidad, en cuanto que
los valores sociales expresan el aprecio que
se debe atribuir a aquellos determinados
aspectos del bien moral que los principios
se proponen conseguir. Ofreciéndose como
puntos de referencia para estructuración
oportuna y la conducción ordenada de la vida
social. Los valores requieren, por consi-
guiente, tanto la práctica de los principios
fundamentales de la vida social, como el
ejercicio personal de las virtudes y, por
ende, las actitudes morales correspon-
dientes a los valores mismos”.CDSI 197
Valores fundamentales que la DSI ha recono-
cido en la vida de las personas y que se
derivan de su dignidad, a saber:
4.4. Descripción de los valores fundamentales
4.4.1. La Verdad
La persona, dotada de razón y voluntad libre,
por su propia naturaleza, tiene obligación
moral de :  buscar la verdad
 adherirse a ella y
 ordenar su vida según sus exigencias.
La verdad es importante en las rela-
ciones humanas. El testimonio de
la verdad genera confianza mutua
y propicia el espíritu de coopera-
ción, lo que facilita una conviven-
cia ordenada, fructífera y propia
de la dignidad humana.
No se puede crecer y madurar
como persona (Yo-Tú), si las
relaciones humanas están basa-
das en : la falsedad, el engaño
o la mentira.
La mentira daña :  el prestigio  la fama
 el buen nombre  la reputación a la que toda
persona tiene derecho.
La verdad tiene que ver con
la veracidad, la sinceridad y la franqueza.
 El juicio temerario
 la maledicencia
 la calumnia
denigran la dignidad
de las personas
(cfr. CCE, 2486).
Por el contrario, quien se esfuerza y vive en la
verdad va camino de alcanzar la sabiduría
“Nuestro tiempo requiere intensa activi-
dad educativa y un compromiso corres-
pondiente por parte de todos, para que la
búsqueda de la verdad, que no equivale al
conjunto de opiniones o a alguna de ellas,
sea promovida en todo ámbito y prevalez-
ca sobre todo intento de relativizar sus
exigencias o de ofenderla” (CDSI 198).
“porque mejor es la sabiduría que las pie-
dras preciosas, ninguna cosa apetecible se
le puede igualar” (Prov 8, 11).
4.4.2. La libertad
La libertad se entiende como una capacidad de
 autodeterminación propia
 de no injerencia en las decisiones
cada persona es dueña de sí misma y de sus
opciones para alcanzar el auténtico bien, en el
horizonte del bien común universal.
La verdadera libertad
es signo de la imagen
divina en el hombre.
Dios ha querido que lo busquen en libertad, se
adhieran a Él y consigan su plena perfección.
La dignidad de la persona requiere que actúe
según su conciencia y libre elección, por
convicción, no por presión exterior.
“porque mejor es
la sabiduría que
las piedras pre-
ciosas, ninguna
cosa apetecible
se le puede igua-
lar” (Prov 8, 11).
La primera condición de la libertad es
La obediencia a la verdad sobre Dios y
sobre el hombre
es lo que permite satisfacer las propias
necesidades según una justa jerarquía de
valores, en la que se privilegia las
necesidades principales y auténticas.
Por el contrario, quien
“se preocupa sólo o prevalentemente de
tener y gozar, incapaz de dominar sus
instintos y pasiones y de subordinarlas
mediante la obediencia a la verdad no
puede ser libre” (CA 41).
El ser humano es libre cuando :
 en la verdad y con justicia
se une a los demás en el
servicio del bien común
cuando le es permitido vivir su propia
vocación:
 buscar la verdad.
 profesar sus creencias.
 expresar sus ideas.
 decidir sobre su vida.
 asumir iniciativas bajo su
responsabilidad.
“El valor de la libertad, en cuanto expresión
de la singularidad de cada persona humana,
es respetado cuando a cada miembro de la
sociedad le es permitido realizar su propia
personal vocación; es decir, buscar la
verdad y profesar sus propias ideas
religiosas, culturales y políticas; expresar
sus propias opiniones; decidir su propio
estado de vida y, en cuanto es posible, su
propio trabajo; asumir iniciativas de
carácter económico, social y político”
(CDSI 200).
4.4.3. La justicia
La justicia es la virtud moral que consiste en
dar a Dios y al prójimo lo que le es debido.
Es la virtud de la convivencia social
la que hace que el encuentro de las
personas en sociedad
no derive hacia formas de violencia
u opresión ni en un desorden que
promueva anarquía.
Con la justicia se respetan los derechos
de cada uno y se promueve la equidad
respecto a la persona y al bien común.
Este valor se hace patente
cuando la sociedad posibilita
las condiciones que
permiten a los grupos y
personas conseguir lo que le
es debido según su
naturaleza y su vocación.
La Justicia se convierte en el criterio de mora-
lidad en la relación interpersonal y social.
La Justicia está ligada al bien común y al
ejercicio de autoridad.
 la justicia conmutativa: se encarga de regu-
lar las relaciones entre las personas en el
respeto exacto de sus derechos.
Exige:
 la salvaguardia de los derechos de
propiedad,
 el pago de las deudas,
 cumplimiento de las obligaciones
libremente contraídas (CCE 2411).
La DSI promueve el respeto de las formas
tradicionales de justicia:
 la justicia legal: que se encarga de velar por el
acatamiento de las leyes con miras al aporte
de los ciudadanos a la comunidad civil.
 la justicia distributiva: que se encarga de favo-
recer un reparto justo de los bienes que la so-
ciedad debe a los ciudadanos de acuerdo con las
contribuciones y necesidades de las personas.
 la justicia social : que representa el desarrollo
de la justicia general
“es una exigencia vinculada con la cuestión so-
cial, que hoy se manifiesta con una dimensión
mundial; concierne a los aspectos sociales, po-
líticos y económicos y a la dimensión estructu-
ral de los problemas y las soluciones correspon-
dientes” (CDSI 201).
4.4.4. La caridad
“el amor es la respuesta al problema de la
existencia humana”. Erich Fromm
La caridad debe ser considerada como criterio
supremo y universal de toda ética social.
La caridad presupone y trascien-
de la justicia, si la justicia es dar-
le a cada uno lo que correspon-
de, la caridad sería darle al otro
lo mío, que viene a ser un valor
superior que procede de Dios; así
ella estimula y enriquece la justi-
cia, puesto que se convierte en la
fuente donde se desarrollan y cre-
cen los valores.
“El hombre, más allá de la justicia, tiene y
tendrá siempre necesidad de amor” (DCE 29).
Una sociedad se hace cada vez más
humana y fraterna cuando es vivificada y
completada por el amor
 que hace propias las necesidades y
exigencias del otro.
 que intensifica la comunión en los valores
espirituales y la solicitud por las necesi-
dades materiales.
La caridad cristiana es : “disponibilidad para
socorrer al prójimo necesitado” (DCE 30), “es
ante todo y simplemente la respuesta a una
necesidad inmediata en una determinada si-
tuación”, es “un corazón que ve dónde se nece-
sita amor y actúa en consecuencia” (DCE 31).
Además, el ejercicio de la caridad es un
deber de toda la Iglesia, pues
“forma parte esencial de su misión
originaria, al igual que el servicio de
la Palabra y los Sacramentos”(DCE 32).
“La vida cristiana
no se expresa
solamente en las
virtudes persona-
les, sino también
en las virtudes
sociales y políti-
cas”. DI 3.
La caridad social o política
La vida de los laicos y su actividad en favor
del establecimiento de estructuras justas en la
sociedad DEBE ESTAR ANIMADA POR LA
CARIDAD: es fuerza inspiradora de la acción
individual y social, que impulsa la renovación
de las estructuras, organizaciones sociales y
ordenamientos jurídicos.
Esta forma de caridad pretende todo el bien
para la comunidad en conjunto; esto es,
eliminando los factores socioeconómicos que
causan su indigencia, los cuales no son solo
individuales sino estructurales.
Cuando hablamos de “amar al prójimo” este
“se presenta ‘en sociedad’, de modo que
amarlo verdaderamente, socorrer sus
necesidades o su indigencia puede querer
decir algo diferente del bien que se le puede
hacer a nivel puramente interindividual,
amarlo en el nivel social significa, según
las situaciones, valerse de las mediaciones
sociales para mejorar su vida o también
remover los factores sociales que causan
su indigencia… Es un acto de caridad, otro
tanto indispensable, el compromiso orienta-
do a organizar y estructurar la sociedad a
modo que el prójimo no tenga que encon-
trarse en la miseria” (CDSI 208).
 Pontificio Consejo “Justicia y Paz”. (2004).
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia.
(Numerales del 160 al 208)
 Documento de Aparecida, num. del 391 al 430
 Catecismo de la Iglesia Católica, num.
del 1877 al 1885; del 1905 al 1927;
del 1939 al 1942 ; del 2411-2412
 Benedicto XVI. (2005). Encíclica Dios es Amor
num. del 26 al 31
 Congregación para la Doctrina de la Fe. (2002).
Nota doctrinal sobre algunas cuestiones re-
lativas al compromiso y la conducta de los
católicos en la vida política.
Lecturas complementarias:
 AA.VV. (1996). Doctrina Social de la Iglesia.
Manual Abreviado. BAC.
 Benedicto XVI. (2005). Deus Caritas Est.
 Calvo, R. (2002). La Pastoral Acción del Espíritu.
Ed. Monte Carmelo.
 García, E. (1993). La Doctrina Social de la Iglesia
en el nuevo Catecismo. Madrid: Unión Editorial.
 Madrigal, A. (2011). Comprometidos por un
mundo mejor. San José: Ed. CENACAT.
Nota: El Compendio, los documentos del Papa y de la
Santa Sede están en la página Web del Vaticano:
http://www.vatican.va
Bibliografía recomendada:

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Doctrina social de la iglesia
Doctrina social de la iglesiaDoctrina social de la iglesia
Doctrina social de la iglesia
Paola Ximena Lopez
 
Doctrina Social de la Iglesia
Doctrina Social de la IglesiaDoctrina Social de la Iglesia
Doctrina Social de la IglesiaCarlos Casanueva
 
Los Principios De La Doctrina Social De La
Los Principios De La Doctrina Social De LaLos Principios De La Doctrina Social De La
Los Principios De La Doctrina Social De LaWendy Petzall
 
Ecologia integral en la Laudato Si
Ecologia integral en la Laudato SiEcologia integral en la Laudato Si
Ecologia integral en la Laudato Si
Afonso Murad (FAJE)
 
Doctrina Social de la Iglesia
Doctrina Social de la IglesiaDoctrina Social de la Iglesia
Doctrina Social de la Iglesia
Pedro de Jesús Galindo González
 
Diapositiva Dios crea el mundo por amor
Diapositiva Dios crea el mundo por amorDiapositiva Dios crea el mundo por amor
Diapositiva Dios crea el mundo por amor
Luxito Vil
 
Carta Apostolica Octogesima Adveniens
Carta Apostolica Octogesima AdveniensCarta Apostolica Octogesima Adveniens
Carta Apostolica Octogesima Adveniens
ulsabcr
 
Doctrina social iv principios fundamentales
Doctrina social iv principios fundamentalesDoctrina social iv principios fundamentales
Doctrina social iv principios fundamentales
Centro Universitario Villanueva
 
Hacía una civilización del amor
Hacía una civilización del amorHacía una civilización del amor
Hacía una civilización del amorgandres7
 
Doctrina Social de Iglesia / Para trabajar con ética
Doctrina Social de Iglesia / Para trabajar con éticaDoctrina Social de Iglesia / Para trabajar con ética
Doctrina Social de Iglesia / Para trabajar con ética
Fundacion Jubileo
 
Sobre la Encíclica "Laudato si"
Sobre la Encíclica "Laudato si"Sobre la Encíclica "Laudato si"
Sobre la Encíclica "Laudato si"
STARICUS
 
Victor Codina. Primera semana de ejercicios espirituales
Victor Codina. Primera semana de ejercicios espiritualesVictor Codina. Primera semana de ejercicios espirituales
Victor Codina. Primera semana de ejercicios espiritualesinfocatolicos
 
Estrategias de Educación Medio ambiental
Estrategias  de Educación  Medio ambiental Estrategias  de Educación  Medio ambiental
Estrategias de Educación Medio ambiental
Maragrita Romero
 
Claves para entender la Doctrina Social de la Iglesia
Claves para entender la Doctrina Social de la IglesiaClaves para entender la Doctrina Social de la Iglesia
Claves para entender la Doctrina Social de la Iglesia
Aula Dsi Guillermo Rovirosa
 
éTica ambiental
éTica ambientaléTica ambiental
éTica ambiental
Eleenna
 
Pacem in terris
Pacem in terrisPacem in terris
Pacem in terris
Ainhoa/Sandra/Laura
 
Contextualización laudato si 3
Contextualización laudato si 3Contextualización laudato si 3
Contextualización laudato si 3
Hans Schuster Rodríguez
 
Fraternidad
FraternidadFraternidad
Fraternidad
Samanta Reyes
 

La actualidad más candente (20)

Doctrina social de la iglesia
Doctrina social de la iglesiaDoctrina social de la iglesia
Doctrina social de la iglesia
 
Doctrina Social de la Iglesia
Doctrina Social de la IglesiaDoctrina Social de la Iglesia
Doctrina Social de la Iglesia
 
Los Principios De La Doctrina Social De La
Los Principios De La Doctrina Social De LaLos Principios De La Doctrina Social De La
Los Principios De La Doctrina Social De La
 
Ecologia integral en la Laudato Si
Ecologia integral en la Laudato SiEcologia integral en la Laudato Si
Ecologia integral en la Laudato Si
 
Doctrina Social de la Iglesia
Doctrina Social de la IglesiaDoctrina Social de la Iglesia
Doctrina Social de la Iglesia
 
Diapositiva Dios crea el mundo por amor
Diapositiva Dios crea el mundo por amorDiapositiva Dios crea el mundo por amor
Diapositiva Dios crea el mundo por amor
 
Laudato Si´
Laudato Si´Laudato Si´
Laudato Si´
 
Carta Apostolica Octogesima Adveniens
Carta Apostolica Octogesima AdveniensCarta Apostolica Octogesima Adveniens
Carta Apostolica Octogesima Adveniens
 
Doctrina social iv principios fundamentales
Doctrina social iv principios fundamentalesDoctrina social iv principios fundamentales
Doctrina social iv principios fundamentales
 
Hacía una civilización del amor
Hacía una civilización del amorHacía una civilización del amor
Hacía una civilización del amor
 
Doctrina Social de Iglesia / Para trabajar con ética
Doctrina Social de Iglesia / Para trabajar con éticaDoctrina Social de Iglesia / Para trabajar con ética
Doctrina Social de Iglesia / Para trabajar con ética
 
Sobre la Encíclica "Laudato si"
Sobre la Encíclica "Laudato si"Sobre la Encíclica "Laudato si"
Sobre la Encíclica "Laudato si"
 
Victor Codina. Primera semana de ejercicios espirituales
Victor Codina. Primera semana de ejercicios espiritualesVictor Codina. Primera semana de ejercicios espirituales
Victor Codina. Primera semana de ejercicios espirituales
 
Estrategias de Educación Medio ambiental
Estrategias  de Educación  Medio ambiental Estrategias  de Educación  Medio ambiental
Estrategias de Educación Medio ambiental
 
Claves para entender la Doctrina Social de la Iglesia
Claves para entender la Doctrina Social de la IglesiaClaves para entender la Doctrina Social de la Iglesia
Claves para entender la Doctrina Social de la Iglesia
 
éTica ambiental
éTica ambientaléTica ambiental
éTica ambiental
 
Pacem in terris
Pacem in terrisPacem in terris
Pacem in terris
 
Contextualización laudato si 3
Contextualización laudato si 3Contextualización laudato si 3
Contextualización laudato si 3
 
Fraternidad
FraternidadFraternidad
Fraternidad
 
Sentido De La Vida
Sentido De La VidaSentido De La Vida
Sentido De La Vida
 

Similar a doctrina social de la iglesia

El bien comun humanismo integral ii
El bien comun humanismo integral iiEl bien comun humanismo integral ii
El bien comun humanismo integral ii
MAX GALARZA HERNANDEZ
 
LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
Julia Muñiz Sánchez
 
Revisión de los principios de la doctrina social
Revisión  de  los principios de la doctrina socialRevisión  de  los principios de la doctrina social
Revisión de los principios de la doctrina social
Pedro Briceño
 
Principios de la doctrina social de la iglesia
Principios de la doctrina social de la iglesiaPrincipios de la doctrina social de la iglesia
Principios de la doctrina social de la iglesiateresa mc
 
Bien comun sobre personal
Bien comun sobre personalBien comun sobre personal
Bien comun sobre personal
Kaylenz Ruiz
 
Introducción a la Teología Moral (5)
Introducción a la Teología Moral (5)Introducción a la Teología Moral (5)
Introducción a la Teología Moral (5)
Centro Cultural Católico "Fe y Razón"
 
Religiones
ReligionesReligiones
ReligionesYaDiNeNa
 
Bien comun-original-160217211309
Bien comun-original-160217211309Bien comun-original-160217211309
Bien comun-original-160217211309
Cess Amauta
 
PRINCIPIO DEL BIEN COMUN
PRINCIPIO DEL BIEN COMUNPRINCIPIO DEL BIEN COMUN
PRINCIPIO DEL BIEN COMUN
JESSICA TORRES GAYA
 
El bien comun.
El bien comun.El bien comun.
El bien comun.
Isamar Sierra Rodriguze
 
PRINCIPIOS-DE-LA-DOCTRINA-SOCIAL-DE-LA-IGLESIA-Autoguardado.pptx
PRINCIPIOS-DE-LA-DOCTRINA-SOCIAL-DE-LA-IGLESIA-Autoguardado.pptxPRINCIPIOS-DE-LA-DOCTRINA-SOCIAL-DE-LA-IGLESIA-Autoguardado.pptx
PRINCIPIOS-DE-LA-DOCTRINA-SOCIAL-DE-LA-IGLESIA-Autoguardado.pptx
ssuser075d93
 
Principiosyvaloresdeladoctrinasocialde 110228070749-phpapp02
Principiosyvaloresdeladoctrinasocialde 110228070749-phpapp02Principiosyvaloresdeladoctrinasocialde 110228070749-phpapp02
Principiosyvaloresdeladoctrinasocialde 110228070749-phpapp02Marlene Duarte
 
Doctrina social de la iglesia y sus principios
Doctrina social de la iglesia y sus principiosDoctrina social de la iglesia y sus principios
Doctrina social de la iglesia y sus principiosJavierski
 
3 Persona y sociedad. Bien común. Llas naciones tienen derecho a un desarroll...
3 Persona y sociedad. Bien común. Llas naciones tienen derecho a un desarroll...3 Persona y sociedad. Bien común. Llas naciones tienen derecho a un desarroll...
3 Persona y sociedad. Bien común. Llas naciones tienen derecho a un desarroll...
Rebeca Reynaud
 
DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA 2018 CLASE 2.pptx
DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA  2018 CLASE 2.pptxDOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA  2018 CLASE 2.pptx
DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA 2018 CLASE 2.pptx
felixcrispin1
 
La Iglesia y la cuestion social
La Iglesia y la cuestion socialLa Iglesia y la cuestion social
La Iglesia y la cuestion social
MiguelBabativa
 
Doctrina social
Doctrina socialDoctrina social
Doctrina social
Leilapeche1993
 
Pensamiento social (nx power lite)
Pensamiento social (nx power lite)Pensamiento social (nx power lite)
Pensamiento social (nx power lite)JeSsy Barrera
 
Doctrina social iv principios fundamentales
Doctrina social iv principios fundamentalesDoctrina social iv principios fundamentales
Doctrina social iv principios fundamentales
Centro Universitario Villanueva
 

Similar a doctrina social de la iglesia (20)

El bien comun humanismo integral ii
El bien comun humanismo integral iiEl bien comun humanismo integral ii
El bien comun humanismo integral ii
 
LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
 
Revisión de los principios de la doctrina social
Revisión  de  los principios de la doctrina socialRevisión  de  los principios de la doctrina social
Revisión de los principios de la doctrina social
 
Principios de la doctrina social de la iglesia
Principios de la doctrina social de la iglesiaPrincipios de la doctrina social de la iglesia
Principios de la doctrina social de la iglesia
 
Bien comun sobre personal
Bien comun sobre personalBien comun sobre personal
Bien comun sobre personal
 
Introducción a la Teología Moral (5)
Introducción a la Teología Moral (5)Introducción a la Teología Moral (5)
Introducción a la Teología Moral (5)
 
Religiones
ReligionesReligiones
Religiones
 
Bien comun-original-160217211309
Bien comun-original-160217211309Bien comun-original-160217211309
Bien comun-original-160217211309
 
PRINCIPIO DEL BIEN COMUN
PRINCIPIO DEL BIEN COMUNPRINCIPIO DEL BIEN COMUN
PRINCIPIO DEL BIEN COMUN
 
El bien comun.
El bien comun.El bien comun.
El bien comun.
 
PRINCIPIOS-DE-LA-DOCTRINA-SOCIAL-DE-LA-IGLESIA-Autoguardado.pptx
PRINCIPIOS-DE-LA-DOCTRINA-SOCIAL-DE-LA-IGLESIA-Autoguardado.pptxPRINCIPIOS-DE-LA-DOCTRINA-SOCIAL-DE-LA-IGLESIA-Autoguardado.pptx
PRINCIPIOS-DE-LA-DOCTRINA-SOCIAL-DE-LA-IGLESIA-Autoguardado.pptx
 
Principiosyvaloresdeladoctrinasocialde 110228070749-phpapp02
Principiosyvaloresdeladoctrinasocialde 110228070749-phpapp02Principiosyvaloresdeladoctrinasocialde 110228070749-phpapp02
Principiosyvaloresdeladoctrinasocialde 110228070749-phpapp02
 
Doctrina social de la iglesia y sus principios
Doctrina social de la iglesia y sus principiosDoctrina social de la iglesia y sus principios
Doctrina social de la iglesia y sus principios
 
3 Persona y sociedad. Bien común. Llas naciones tienen derecho a un desarroll...
3 Persona y sociedad. Bien común. Llas naciones tienen derecho a un desarroll...3 Persona y sociedad. Bien común. Llas naciones tienen derecho a un desarroll...
3 Persona y sociedad. Bien común. Llas naciones tienen derecho a un desarroll...
 
DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA 2018 CLASE 2.pptx
DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA  2018 CLASE 2.pptxDOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA  2018 CLASE 2.pptx
DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA 2018 CLASE 2.pptx
 
La Iglesia y la cuestion social
La Iglesia y la cuestion socialLa Iglesia y la cuestion social
La Iglesia y la cuestion social
 
Doctrina social
Doctrina socialDoctrina social
Doctrina social
 
Doctrina social total
Doctrina social totalDoctrina social total
Doctrina social total
 
Pensamiento social (nx power lite)
Pensamiento social (nx power lite)Pensamiento social (nx power lite)
Pensamiento social (nx power lite)
 
Doctrina social iv principios fundamentales
Doctrina social iv principios fundamentalesDoctrina social iv principios fundamentales
Doctrina social iv principios fundamentales
 

doctrina social de la iglesia

  • 2.
  • 3. Identificar los prin- cipios y valores fun- damentales de la DSI para inspirar en los miembros de la Igle- sia el compromiso con los procesos de cambio personal y social en la instaura- ción del Reino de Dios. Principios y valores Doctrina Social de la Iglesia
  • 4.  Los principios como criterios de convivencia social.  Descripción de los principios de la DSI.  Los valores fundamentales de la DSI.  Descripción de los valores fundamentales.
  • 5. Estudiaremos los elementos que la DSI ofrece para analizar la realidad, discernir en ella el plan de Dios y transformar su entorno social. En la unidad anterior se analizó la dignidad de la persona y su dimensión social como funda- mento de donde brotan los demás principios que orientan y regulan la vida social. La DSI se comprende como un proceso de reflexión en el que se discierne la voluntad de Dios sobre las personas y sobre la vida social, política, económica y cultural.
  • 6.  el bien común.  el destino universal de los bienes.  subsidiaridad.  participación.  solidaridad. Estos principios han de comprenderse y aplicarse de manera que expresen su unidad, conexión y articulación, para que sea auténtica DSI. Estos son los llamados principios de la DSI y se analizarán en esta unidad cinco de ellos :
  • 7. 4.1. Los principios como enseñanza social y criterios de convivencia social Estos principios y valores son la base de la DSI y forman parte de la enseñanza moral de la Iglesia. “Es Magisterio auténtico, que exige la aceptación y adhesión de los fieles” (CDSI, 80). Los principios fundamentales y los valores permanentes de la DSI pueden ser compa- rados con una “caja de herramientas” que facilita a las personas en sociedad el poder construir una sociedad más justa, solidaria y fraterna inspirada en el plan de salvación de Dios.
  • 8. Estos principios deben ayudar en el proceso de conocer, juzgar y transformar la realidad social. Los principios se asemejan a un foco de luz que se pro- yecta sobre la realidad para compararla con la visión cristiana del ser humano y de la sociedad, para cambiar la realidad en que se vive según estos cristianos criterios.
  • 9. Los principios representan la parte teórica de la DSI porque recogen conceptos y doctrinas que proponen una visión del hombre y de la sociedad. Al mismo tiempo, inspiran e impulsan a realizar el orden social propuesto. A la vez, son principios universales que pueden ser aceptados por todos, ya que expresan ciertamente verdades de fe, pero también elementos del orden moral natural común a todo ser humano.
  • 10. 4.2. Descripción de los principios de la DSI 4.2.1. El Bien Común Es "el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a los grupos y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia per- fección".GS 26 ¿Qué es el bien común?  Es el fin al que debe aspirar toda sociedad humana.  Es un bien, porque es conveniente para el desarrollo de cada persona.
  • 11. munidad y todos los miembros de una so- ciedad pueden participar y beneficiarse.  Tiene prioridad frente a bienes particulares o sectoriales.  Es el bien del todo y de cada una de las partes. Por ejemplo: el bien que pro- cede de la paz, la seguridad ciudadana o un medio ambien- te saludable para las personas.
  • 12. El bien común "pone de relieve el sentido humano y la capacidad para animar las es- tructuras sociales en su totalidad y en cada uno de sus sectores concretos, estimulando las transformaciones en profundidad, se- gún el criterio de la justicia social" (MM 67). El bien común conlleva tres elementos esenciales (CCE 1925):  el respeto y la promoción de los derechos fundamentales de la persona.  la prosperidad o el desarrollo de los bienes espirituales y temporales de la sociedad.  la paz y la seguridad del grupo y de sus miembros.
  • 13.  Justa distribución de los bienes, de tal modo que no se produzcan desigualdades.  Adecuada organización social en la que cada sociedad ha de responder a algún aspecto del bien común o a un bien común propio, de El principio del bien común se puede resumir en:
  • 14. 4.2.2. Destino universal de los bienes. En el relato de Gn 1, 26- 29 se narra el encargo de Dios a los primeros padres de cuidar y benefi- ciarse de los recursos de la tierra. De este mandato se desprende este principio del destino común de los bienes de la creación. Estos bienes tienen que llegar a todos de manera justa y solidaria.
  • 15. Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecun- dos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra». Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que produ- cen semilla sobre La tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento».Gn 1, 28- 29.
  • 16. La categoría ética del destino universal de los bienes es una constante en la tradición de la Iglesia: pero fue adquiriendo primacía frente a la catego- ría socio-jurídica de la apropiación o propiedad privada a partir del Vaticano II, GS 69 al 71. El Papa Juan Pablo II le dedicó el capítulo IV de la CA.
  • 17. “Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno. He aquí, pues, la raíz primera del destino universal de los bienes de la tierra”(CA 31).
  • 18. El CDSI lo expone como un derecho natural, ori- ginario y prioritario; es decir, es inherente a la persona concreta, a toda persona, y los otros de- rechos están subordinados a este (cfr. #172). El ser humano corresponde a esta donación de Dios mediante el trabajo. La remuneración del trabajo (el salario) es una de las vías para tener acceso al destino universal de los bienes. Con su inteligencia y libertad llega a dominar la tierra, logran- do que dé frutos.
  • 19.  la posesión del conocimiento.  de la técnica.  del saber. En hacer llegar a todos esta forma moderna de propiedad consiste la aplicación del destino universal de los bienes. Anteriormente ahora la propiedad se centraba en :  la tierra.  los medios de producción. con la revolución tecnológica se centra en :
  • 20. Modalidades para tener acceso al destino universal de los bienes:  Salarios justos y adecuados.  Los frutos y productos de la tierra que se multiplican espontáneamente o con la ayuda del trabajo humano.  Los bienes para la vida humana que llegan a través del Estado, a quien le corresponde distribuir la riqueza de un país a través de instituciones específicas.  Las donaciones voluntarias e instituciones sociales destinadas a compartir los bienes necesarios con los más necesitados.  La Iglesia también tiene una tarea de caridad social que cumplir.
  • 21. Opción preferencial por los pobres « Este amor preferencial, con las decisiones que nos inspira, no puede dejar de abarcar a las inmensas muchedumbres de hambrien- tos, mendigos, sin techo, sin cuidados médi- cos y, sobre todo, sin esperanza de un futuro mejor: no se puede olvidar la existencia de esta realidad. Ignorarlo significaría parecer-nos al ‘rico Epulón’ que fingía no conocer al mendigo Lázaro, postrado a su puerta (cf. Lc 16, 19-31)». SRS 42.
  • 22. Propiedad privada y destino universal de los bienes El derecho de propiedad, aunque sea legítima- mente ejercido, jamás debe perder de vista este principio. La propiedad da cumplimiento al derecho al uso de bienes en la medida en que les facilita realizar su finalidad. Cualesquiera que fuesen las formas de propiedad, debe considerarse siempre este destino universal de los bienes que constituye un derecho natural y fundamental.
  • 23. El propietario En las naciones "no debe tener las cosas exteriores que le- gítimamente posee como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no le aprovechen a él sola- mente, sino también a los demás" (GS, 69). deben contribuir al destino común de los bienes  la previsión  la seguridad social  la cultura  la educación
  • 24. 4.2.3. El principio de subsidiaridad Toma su nombre de la palabra latina subsidium, que significa “ayuda”. ¿Qué indica el principio de subsidiaridad? “El principio de subsidiaridad indica que una estructura social de orden superior no debe interferir en la vida interna de un grupo social de orden inferior, privándole de sus compe- tencias, sino que más bien debe sostenerle en caso de necesidad». Compendio Catecismo 403 El principio de subsidiaridad y el de solidaridad, forman como dos caras de una moneda, donde una complementa a la otra.
  • 25. Por este principio, toda instancia de orden superior solo puede y debe inmiscuirse en la solución de los problemas de una instancia inferior cuando esta no esté en capacidad de hacerlo. No es lícito ni justo traspasar a la comu- nidad y quitar a los individuos, grupos me- nores e inferiores, lo que ellos puedan realizar con su propio esfuerzo e iniciativa.
  • 26. Toda acción de la sociedad, en virtud de su propia naturaleza, debe prestar ayuda a los miembros del cuerpo social, pero nunca destruirlos ni absorberlos. La subsidiaridad exige reconocer aquello que cada persona o grupo puede realizar con su propio esfuerzo.
  • 27. La encíclica Centesimus Annus 48 describe este principio con las siguientes palabras, donde se destacan cuatro verbos. “Una estructura superior de orden supe- rior no debe interferir en la vida interna de un grupo social de orden inferior, privándole de sus competencias, sino que más bien debe sostenerle en caso de necesidad y ayudarle a coordinar su acción con la de los demás componentes sociales, con miras al bien común”. A la actuación del principio de subsidiaridad co- rresponde el respeto y la promoción efectiva del primado de la persona y de la familia (CDSI 187).
  • 28. Este principio aplicado en:  LA FAMILIA Y EN LA ESCUELA: promoviendo la iniciativa y responsabilidad personal, lo que favorece el protagonismo, la creativi- dad y el desarrollo de los hijos. La educación de los hijos es responsabili- dad de la familia, y por el principio de sub- sidiaridad, la escuela y el Estado ayudan a educar a los hijos. Por ello, los padres de familia deciden qué tipo de educación han de recibir sus hijos y no a la inversa, cuando es el Estado quien les impone el tipo de educación.
  • 29.  EL ÁMBITO DEL TRABAJO : respetando  la iniciativa  la creatividad la capacidad de decisión de los trabajadores  EL ESTADO: fomentando  las iniciativas sociales  económicas  políticas  culturales de la sociedad civil sin olvidar su función supletoria y de ayuda cuando los grupos de la sociedad lo requie- ran, pero sin destruir los espacios de liber- tad propios de la persona, de las organiza- ciones y sociedades intermedias.
  • 30. “A la luz del principio de subsidiaridad, sin embargo, esta suplencia institucional no debe prolongarse y extenderse más allá de lo estrictamente necesario, dado que en- cuentra justificación sólo en lo excepcional de la situación” (CDSI 188). “En la subsidiaridad debe haber tanta sociedad como sea posible y tan solo tanto Gobierno como sea necesario”
  • 31. 4.2.4. El principio de participación El catecismo de la Iglesia plantea el principio de la DSI de la siguiente manera : « La participación es el compromiso voluntario y generoso de la persona en los intercambios sociales. Es necesario que todos participen, cada uno según el lugar que ocupa y el papel que desempeña, en promover el bien común. Este deber es inherente a la dignidad de la persona humana ». CCE 1913.
  • 32. La participación, que tiene como finalidad el bien de los otros y de la sociedad, puede ser muy variada, pero se inicia con las responsabi- lidades personales “por la atención prestada a la educación de la familia, por la conciencia en su trabajo” (CCE 1914).  contribuir de manera voluntaria y generosa en el desarrollo de la vida  cultural  económica,  política  social de la sociedad
  • 33. La participación social permite el protagonismo de las personas y la posibilidad de convertirse en verdadero actor de la vida social y política. Este principio se convierte en una exigencia fundamental de la naturaleza del ser humano para alcanzar la realización del bien común, de forma organizada e intensa, en la empresa, en el campo social y político, etc., porque todos somos miembros activos de la vida socioeconómica, polí- tica y cultural (OA, 46-47).
  • 34. El principio de participación se puede realizar en los distintos ámbitos de la vida social. EN LA VIDA POLÍTICA, mediante el ejercicio de sus libertades y de su rol cívico como construc- tor permanente de la vida democrática. El desarrollo político ha de respetar y favorecer las libertades en la vida pública con la participación de todos . Se presentan dos de capital importancia para el bien de la sociedad :  En la vida política  En la vida económica o empresarial
  • 35. “Para animar cristianamente el orden temporal —en el sentido señalado de servir a la perso-na y a la sociedad— los fieles laicos de nin-gún modo pueden abdicar de la participa-ción en la ‘política’; es decir, de la multifor-me y variada acción económica, social, legisla-tiva, administrativa y cultural, destinada a pro-mover orgánica e institucionalmente el bien común [...]. Esto exige que los fieles laicos es-tén cada vez más animados de una real parti-cipación en la vida de la Iglesia e iluminados por su doctrina social”. ChL 42. El Papa Juan Pablo II enseñaba a los laicos:
  • 36. EN LA VIDA ECONÓMICA O EMPRESARIAL, la encíclica Mater et Magistra (MM) propone: do caso, debe tender a que la em- presa sea una auténtica comuni- dad humana, cuya influencia bien- hechora se deje sentir en las rela- ciones de todos sus miembros y en la variada gama de sus funcio- nes y obligaciones [...] “...a los trabajadores hay que darles una par- ticipación activa en los asuntos de la empre- sa donde trabajan, tanto en las privadas co- mo en las públicas; participación que, en to-
  • 37. “Todo ello implica la conveniencia de que los obreros puedan hacer oír su voz y aporten su colaboración para el eficiente funcionamiento y desarrollo de la empre- sa. Observaba nuestro predecesor, de feliz memoria, Pío XII, que ‘la función económi- ca y social que todo hombre aspira a cum- plir exige que no esté sometido totalmente a una voluntad ajena el despliegue de la iniciativa individual”. MM 91-92.
  • 38. Y la Centesimus Annus CA 43, mediante la acción de un gran movimiento asociativo de los trabajadores, que procure alcanzar la liberación y promoción integral de las personas. En la DSI se proponen muchas formas de concretizarse la participación de los trabajadores y empresarios que bien se pueden aplicar a nuestra realidad.
  • 39. La vida social debe favorecer el sentido de parti- cipación en todos los ámbitos de la actividad hu- mana, para lograrlo, se deben fomentar estructu-ras adecuadas de colaboración que faciliten esta participación. Este es uno de los cometi- dos de las asociaciones intermedias que además ofrecen la oportunidad de unir esfuerzos para :  satisfacer necesidades  alcanzar bienes comunes  motivar para el servicio a los demás (cfr. QA 84-85).
  • 40. 4.2.5. El principio de Solidaridad La solidaridad se presenta como principio social, virtud humana y virtud cristiana, que brota de las nuevas relaciones de interdepen- dencia entre hombres y pueblos. « La solidaridad, que emana de la fraternidad humana y cristiana, se expresa ante todo en la justa distribución de bienes, en la equitativa remuneración del trabajo y en el esfuerzo en favor de un orden social más justo. La virtud de la solidaridad se realiza también en la comunicación de los bienes espirituales de la fe, aún más importantes que los materiales ». Compendio del Catecismo. 414.
  • 41. Según el principio de la solidaridad, toda persona, al ser miembro de la sociedad, está indisolublemente ligada al destino de ella, y por el Evangelio estamos unidos al destino de la salvación de todos los seres humanos. En razón de la solidaridad el hombre debe contribuir con sus semejantes al bien co- mún de la sociedad. Cuando los hombres, grupos, comunidades loca- les, asociaciones, organizaciones, naciones y con- tinentes participan en la vida económica, políti- ca y cultural superan el individualismo social y político.
  • 42. Libertad gremial Acceso a la información Libertad de culto Acceso a la educación Salud Deporte Cultura Escolaridad básica Educación superior Derechos cívicos Trabajo Vivienda Previsión social Legislación laboral
  • 43. Por otro lado, la solidaridad como virtud cristiana se reviste específicamente de gratuidad total, de perdón y de reconciliación. La solidaridad en palabras de Juan Pablo II se entiende como una virtud humana que se expresa en : "la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos. Por solidaridad vemos al ‘otro’ (per- sona, pueblo o nación) como un ‘semejante’ nuestro" (SRS, 38,39e).
  • 44. La solidaridad debe llegar principalmente a los menos favorecidos (ancianos, jóve- nes inadaptados, personas marginadas, migrantes, per- sonas en situación de calle).. “Entonces el prójimo no es solamente un ser humano con sus derechos y su igualdad fun- damental con todos, sino que se convierte en la imagen viva de Dios Padre, rescatada por la sangre de Jesucristo y puesta bajo la acción del Espíritu Santo. Por tanto, debe ser amado, aunque sea enemigo, con el mis- mo amor con que le ama el Señor” (SRS 40).
  • 45. Actualmente, la interdependencia está favoreci- da por los medios de comunicación, que acerca a los hombres entre sí y los empuja a buscar instru- mentos eficaces para solucionar los conflictos internacionales (SRS, 38-40b; CA 10c, 33 y 51). Esta actitud solidaria debe proyectarse :  con los grupos  las comunidades  los países a través del compromiso en la vida económica, política y cultural.
  • 46. La solidaridad abarca la responsabilidad con el bien común de nuestros contemporáneos:  resguardando las conquistas de las gene- raciones pasadas  preparando un futuro más prometedor pa- ra las generaciones venideras.
  • 47. La solidaridad como actitud humana, virtud cristiana y principio de la vida social, se concretiza en :  una sana distribución de bienes.  la remuneración del trabajo.  el empeño por un orden social más justo que considera los legítimos intereses de los distintos sectores de la sociedad.  el compartir de los bienes culturales y espirituales que favorecen aque- llas condiciones de vida dignas de la persona humana (CCE 1940-1942).
  • 48. 4.3. Los valores fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia Ya se han descrito los principios perma- nentes de la DSI. Ahora conviene reconocer que en la base de los mismos se encuentran unos valores éticos que mueven a actuar de acuerdo con las exigencias del bien moral. “Una persona es un ser que tiene la capaci- dad y la misión de realizar en sí misma el rico mundo de los valores, de ser un mode- lo vivo de bondad” (Dietrich Von Hildebrand).
  • 49. Los valores tienen que ver con algo o alguien que es “valioso”. Tiene valor todo aquello que nos ayuda a ser  personas más libres  más desarrolladas  más felices Los valores son cualidades necesarias para el perfec- cionamiento de la persona en orden a lograr un autén- tico humanismo y una ver- dadera convivencia social. Su fuente más profunda es Dios, primera Verdad y Sumo Bien.
  • 50. Aquí es donde se nos hace más necesario el discerni- miento cristiano (descubrir la voluntad de Dios para la persona y para el nosotros de la sociedad) y la auténti- ca sabiduría en el compro- miso social a la hora de ac- tuar según los principios y valores de la DSI. Los valores están íntimamente relacionados unos con otros, el rechazo u olvido de alguno, reduce automáticamente la eficacia de los demás
  • 51. “La relación entre principios y valores es indudablemente de reciprocidad, en cuanto que los valores sociales expresan el aprecio que se debe atribuir a aquellos determinados aspectos del bien moral que los principios se proponen conseguir. Ofreciéndose como puntos de referencia para estructuración oportuna y la conducción ordenada de la vida social. Los valores requieren, por consi- guiente, tanto la práctica de los principios fundamentales de la vida social, como el ejercicio personal de las virtudes y, por ende, las actitudes morales correspon- dientes a los valores mismos”.CDSI 197
  • 52. Valores fundamentales que la DSI ha recono- cido en la vida de las personas y que se derivan de su dignidad, a saber:
  • 53. 4.4. Descripción de los valores fundamentales 4.4.1. La Verdad La persona, dotada de razón y voluntad libre, por su propia naturaleza, tiene obligación moral de :  buscar la verdad  adherirse a ella y  ordenar su vida según sus exigencias. La verdad es importante en las rela- ciones humanas. El testimonio de la verdad genera confianza mutua y propicia el espíritu de coopera- ción, lo que facilita una conviven- cia ordenada, fructífera y propia de la dignidad humana.
  • 54. No se puede crecer y madurar como persona (Yo-Tú), si las relaciones humanas están basa- das en : la falsedad, el engaño o la mentira. La mentira daña :  el prestigio  la fama  el buen nombre  la reputación a la que toda persona tiene derecho. La verdad tiene que ver con la veracidad, la sinceridad y la franqueza.  El juicio temerario  la maledicencia  la calumnia denigran la dignidad de las personas (cfr. CCE, 2486).
  • 55. Por el contrario, quien se esfuerza y vive en la verdad va camino de alcanzar la sabiduría “Nuestro tiempo requiere intensa activi- dad educativa y un compromiso corres- pondiente por parte de todos, para que la búsqueda de la verdad, que no equivale al conjunto de opiniones o a alguna de ellas, sea promovida en todo ámbito y prevalez- ca sobre todo intento de relativizar sus exigencias o de ofenderla” (CDSI 198). “porque mejor es la sabiduría que las pie- dras preciosas, ninguna cosa apetecible se le puede igualar” (Prov 8, 11).
  • 56. 4.4.2. La libertad La libertad se entiende como una capacidad de  autodeterminación propia  de no injerencia en las decisiones cada persona es dueña de sí misma y de sus opciones para alcanzar el auténtico bien, en el horizonte del bien común universal. La verdadera libertad es signo de la imagen divina en el hombre. Dios ha querido que lo busquen en libertad, se adhieran a Él y consigan su plena perfección.
  • 57. La dignidad de la persona requiere que actúe según su conciencia y libre elección, por convicción, no por presión exterior. “porque mejor es la sabiduría que las piedras pre- ciosas, ninguna cosa apetecible se le puede igua- lar” (Prov 8, 11).
  • 58. La primera condición de la libertad es La obediencia a la verdad sobre Dios y sobre el hombre es lo que permite satisfacer las propias necesidades según una justa jerarquía de valores, en la que se privilegia las necesidades principales y auténticas. Por el contrario, quien “se preocupa sólo o prevalentemente de tener y gozar, incapaz de dominar sus instintos y pasiones y de subordinarlas mediante la obediencia a la verdad no puede ser libre” (CA 41).
  • 59. El ser humano es libre cuando :  en la verdad y con justicia se une a los demás en el servicio del bien común cuando le es permitido vivir su propia vocación:  buscar la verdad.  profesar sus creencias.  expresar sus ideas.  decidir sobre su vida.  asumir iniciativas bajo su responsabilidad.
  • 60. “El valor de la libertad, en cuanto expresión de la singularidad de cada persona humana, es respetado cuando a cada miembro de la sociedad le es permitido realizar su propia personal vocación; es decir, buscar la verdad y profesar sus propias ideas religiosas, culturales y políticas; expresar sus propias opiniones; decidir su propio estado de vida y, en cuanto es posible, su propio trabajo; asumir iniciativas de carácter económico, social y político” (CDSI 200).
  • 61. 4.4.3. La justicia La justicia es la virtud moral que consiste en dar a Dios y al prójimo lo que le es debido. Es la virtud de la convivencia social la que hace que el encuentro de las personas en sociedad no derive hacia formas de violencia u opresión ni en un desorden que promueva anarquía. Con la justicia se respetan los derechos de cada uno y se promueve la equidad respecto a la persona y al bien común.
  • 62. Este valor se hace patente cuando la sociedad posibilita las condiciones que permiten a los grupos y personas conseguir lo que le es debido según su naturaleza y su vocación. La Justicia se convierte en el criterio de mora- lidad en la relación interpersonal y social. La Justicia está ligada al bien común y al ejercicio de autoridad.
  • 63.  la justicia conmutativa: se encarga de regu- lar las relaciones entre las personas en el respeto exacto de sus derechos. Exige:  la salvaguardia de los derechos de propiedad,  el pago de las deudas,  cumplimiento de las obligaciones libremente contraídas (CCE 2411). La DSI promueve el respeto de las formas tradicionales de justicia:  la justicia legal: que se encarga de velar por el acatamiento de las leyes con miras al aporte de los ciudadanos a la comunidad civil.
  • 64.  la justicia distributiva: que se encarga de favo- recer un reparto justo de los bienes que la so- ciedad debe a los ciudadanos de acuerdo con las contribuciones y necesidades de las personas.  la justicia social : que representa el desarrollo de la justicia general “es una exigencia vinculada con la cuestión so- cial, que hoy se manifiesta con una dimensión mundial; concierne a los aspectos sociales, po- líticos y económicos y a la dimensión estructu- ral de los problemas y las soluciones correspon- dientes” (CDSI 201).
  • 65. 4.4.4. La caridad “el amor es la respuesta al problema de la existencia humana”. Erich Fromm La caridad debe ser considerada como criterio supremo y universal de toda ética social.
  • 66. La caridad presupone y trascien- de la justicia, si la justicia es dar- le a cada uno lo que correspon- de, la caridad sería darle al otro lo mío, que viene a ser un valor superior que procede de Dios; así ella estimula y enriquece la justi- cia, puesto que se convierte en la fuente donde se desarrollan y cre- cen los valores. “El hombre, más allá de la justicia, tiene y tendrá siempre necesidad de amor” (DCE 29).
  • 67. Una sociedad se hace cada vez más humana y fraterna cuando es vivificada y completada por el amor  que hace propias las necesidades y exigencias del otro.  que intensifica la comunión en los valores espirituales y la solicitud por las necesi- dades materiales. La caridad cristiana es : “disponibilidad para socorrer al prójimo necesitado” (DCE 30), “es ante todo y simplemente la respuesta a una necesidad inmediata en una determinada si- tuación”, es “un corazón que ve dónde se nece- sita amor y actúa en consecuencia” (DCE 31).
  • 68. Además, el ejercicio de la caridad es un deber de toda la Iglesia, pues “forma parte esencial de su misión originaria, al igual que el servicio de la Palabra y los Sacramentos”(DCE 32). “La vida cristiana no se expresa solamente en las virtudes persona- les, sino también en las virtudes sociales y políti- cas”. DI 3.
  • 69. La caridad social o política La vida de los laicos y su actividad en favor del establecimiento de estructuras justas en la sociedad DEBE ESTAR ANIMADA POR LA CARIDAD: es fuerza inspiradora de la acción individual y social, que impulsa la renovación de las estructuras, organizaciones sociales y ordenamientos jurídicos. Esta forma de caridad pretende todo el bien para la comunidad en conjunto; esto es, eliminando los factores socioeconómicos que causan su indigencia, los cuales no son solo individuales sino estructurales.
  • 70. Cuando hablamos de “amar al prójimo” este “se presenta ‘en sociedad’, de modo que amarlo verdaderamente, socorrer sus necesidades o su indigencia puede querer decir algo diferente del bien que se le puede hacer a nivel puramente interindividual, amarlo en el nivel social significa, según las situaciones, valerse de las mediaciones sociales para mejorar su vida o también remover los factores sociales que causan su indigencia… Es un acto de caridad, otro tanto indispensable, el compromiso orienta- do a organizar y estructurar la sociedad a modo que el prójimo no tenga que encon- trarse en la miseria” (CDSI 208).
  • 71.  Pontificio Consejo “Justicia y Paz”. (2004). Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. (Numerales del 160 al 208)  Documento de Aparecida, num. del 391 al 430  Catecismo de la Iglesia Católica, num. del 1877 al 1885; del 1905 al 1927; del 1939 al 1942 ; del 2411-2412  Benedicto XVI. (2005). Encíclica Dios es Amor num. del 26 al 31  Congregación para la Doctrina de la Fe. (2002). Nota doctrinal sobre algunas cuestiones re- lativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política. Lecturas complementarias:
  • 72.  AA.VV. (1996). Doctrina Social de la Iglesia. Manual Abreviado. BAC.  Benedicto XVI. (2005). Deus Caritas Est.  Calvo, R. (2002). La Pastoral Acción del Espíritu. Ed. Monte Carmelo.  García, E. (1993). La Doctrina Social de la Iglesia en el nuevo Catecismo. Madrid: Unión Editorial.  Madrigal, A. (2011). Comprometidos por un mundo mejor. San José: Ed. CENACAT. Nota: El Compendio, los documentos del Papa y de la Santa Sede están en la página Web del Vaticano: http://www.vatican.va Bibliografía recomendada: