El elefante Dufi tenía la trompa torcida. Cuando se enfadó, su trompa se dobló y ya no podía usarla. El veterinario logró enderezar su trompa haciéndole cosquillas hasta que se rio y su trompa se movió, arreglándose. Ahora Dufi puede desayunar leche con su trompa derecha.