Un paciente de 73 años con antecedentes de hipertensión arterial experimentó un fuerte dolor de cabeza, pérdida de fuerza en el lado derecho de su cuerpo, visión borrosa y desmayo mientras realizaba jardinería. En el hospital presentó dificultad para hablar, relajación de esfínteres y parálisis facial. Esto sugiere que sufrió un accidente cerebrovascular isquémico.