Edward salazar cruz. el cierre de un ciclo de gobiernos de izquierda autoritaria en américa latina no.3
1. El cierre de un Ciclo de Gobiernos de Izquierda Autoritaria en América Latina
No.3. 2016-05-04
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El 24 de Septiembre del año 2013, el Obispo de Roma, Papa Francisco, Público la Exhortación
Apostólica Evangelli Gaudium, en la cual destaca que la sociedad mundial enfrenta diversos
desafíos como la economía de la exclusión, la discriminación y el descarte, la idolatría del dinero,
el gobierno del capital sobre el planeta, las sociedades, el sistema internacional y las decisiones
regionales y globales, la iniquidad que genera violencia, la degradación de las cultura urbanas
dominadas por la pobreza, el desamparo y la desesperanza así como una cultura de consumo y
hedonismo que destruye los tejidos sociales de forma intergeneracional e intrageneracional. El
Capitalismo Mundial Gobierna. Es evidente a todas luces que la situación de nuestro planeta
tierra y sus sociedades diversas y plurales pasan por las situaciones señaladas por el Obispo de
Roma y lo que podría ser menos cierto es que la dominación capitalista mundial sea superada por
los “gobiernos de izquierda autoritaria”.
La lucha contra el Sistema Capitalista mundial ha pasado por diversas etapas, en la década delos
’60-’70 se enfocó en la lucha de los movimientos antinucleares y el pacifismo en Europa y
EEUU y en los Movimientos de Liberación en América Latina y África, en un contexto global de
guerra fría (EEUU vrs. URSS) y un contexto regional de gobiernos de seguridad nacional y
dictaduras militares de ultraderecha.
En la década del ochenta, la mundialización capitalista se hallaba bajo la hegemonía de la
ideología neoliberal de Margaret Teatcher en Inglaterra y Ronald Reagan en EEUU. Los
intelectuales de izquierda estaban consiente que la mundialización era un fenómeno histórico ya
instalado y de lo que se trataba era de combatir el capitalismo por el socialismo de Estado. Un
Socialismo unipartidista, de economía planificada, militarmente industrializado e ideológicamente
homogéneo. Los movimientos de Protestas contra el Fondo Monetario Internacional y el Banco
Mundial se apreciaban en América Latina y África.
En la década de los Noventa (1990-1999), es el paso de la geopolítica de la guerra fría a la
geoeconómia capitalista. La caída del Muro de Berlín (1999), las políticas neoliberales de ajustes
estructural en América Latina, la perdida de las elecciones en Nicaragua implico que el “hermano
mayor” dejaba solo a sus “hermanos menores” en América Latina, África y Sur de las Asías. Los
movimientos sociales, partidos de izquierda e intelectuales críticos del capitalismo la
emprendieron contra la Organización Mundial del Comercio y otras instituciones internacionales,
el enfrentamiento directo en protestas contra el neoliberalismo. Se desarrollaron alianzas y redes
entre Ongs internacionales, concilios y movimientos, sindicatos y partidos de izquierda socialista.
No solo los problemas de la economía, también los problemas de la sociedad y la ecología, el
feminismo, todo esto estaba en el centro de las discusiones, debates y movilizaciones. El internet
estaba iniciando. La Geoeconomía Capitalista mundial triunfaba y con ello algunas profetizaban
el “fin de la Historia”, “La Paz Perpetua” y solo en el peor de los casos “El Choque de
Civilizaciones”.-
Entre el 2000-2010, es el momento del Foro Social Mundial (FSM), desde Porto Alegre, Brasil
(América), Bombay (India). Caracas (América) Bamako (África), Karachi (India), Nairobi
(África), Belén Do Para (América). Dakar (Senegal). Encuentros que integraran a movimientos
indígenas, movimientos de mujeres, ONGs internacionales, sindicatos que buscaban renovarse,
partidos políticos de nuevas culturas, partidos de izquierdas, movimientos ecuménicos, etc. Se
trataba de reunir movimientos e intelectuales para intercambiar experiencias, organizar campañas,
2. generar propuestas de acción, espacios para construir redes y organizaciones de nuevo tipo. Los
temas ecológicos, económicos y sociales son amplios. Los Partidos y Movimientos Verdes estarán
presentes convirtiéndose de alguna manera en competencias de los partidos de izquierda. Frente al
Foro Social Mundial está el Foro de Davos que integra a imperios, potencias económicas,
transnacionales y grandes marcas, personalidades, poderosos y multimillonarios.
A estas alturas del 2016, se puede apreciar que el capitalismo como sistema económico, modo de
vida y visión de la vida se ha impuesto aun a costa de fomentar un economía de la opulencia, la
concentración de la riqueza versus la exclusión y el descarte, un sistema global, transnacional,
tecnológico y postindustrial, interconectado e intercomunicado en donde el planeta es un gran
mercado de producción y consumo, de bienes y servicios, con un pensamiento único y unas
pretensiones imponentes.
Muchas de las organizaciones, movimientos y partidos de izquierda que subieron al poder en los
últimos treinta años se han convertido en regímenes capitalistas autoritarios y represivos, con
discursos populistas y practicas gubernamentales asistencialistas y reformistas, con indiferencia
hacia el respeto a los derechos individuales y las libertades públicas, fomentando el caudillismo, la
concentración del poder y el dinero, el culto a la personalidad, el reeleccionismo, el uso de las
fuerzas de seguridad, del orden público, militares y fuerzas paramilitares para intimidar, reprimir
y desaparecer, alianzas con mafias internacionales y regionales, con altas concentraciones de
riquezas en la partidocracia y la formación de nuevos oligarcas empresariales, el debilitamiento de
los sistemas jurídicos y la desinstitucionalización del Estado. Las izquierdas no son una
alternativa al capitalismo y la cultura colonialista y feudal. El capitalismo no tiene un opositor
social, político e ideológico capaz de minar su dominio. Los líderes de izquierda de ayer -
plebeyos o Robín Hood- son nuevos potentados que en el peor de los casos están denunciados
por malversación de caudales públicos, enriquecimiento ilícito, asociaciones ilícitas para delinquir,
fraudes y poca transparencia.
Es en este contexto que debemos de detenernos para meditar a nivel regional y planetario sobre
que caminos seguir. Estoy firmemente convencido que los jóvenes del siglo XXI, los movimientos
sociales de pensamiento crítico, las universidades que cultivan las ciencias de la tierra, los saberes
multidisciplinarios y transdisciplinarios y un cristianismo ecológico, planetario y humano son las
vetas donde podemos encontrar propuestas a seguir. Es la hora del Planeta, de la ecología, de los
Derechos Humanos, de la equidad de género, de los pueblos originarios, los campesinos, los
sindicatos comprometidos realmente con los derechos laborales, los movimientos de derechos
humanos, cultura de paz y no violencia, de la ética mundial, del dialogo de civilizaciones, el
dialogo de religiones por la paz, de un empresariado proactivo con responsabilidad, social,
humana y ecológica y la reformulación de un Estado Ecológico-Social con visión regional,
planetaria y federal.
Edward Salazar Cruz