1. El arte de tomar buenas decisiones

2. ¿Quién no tuvo que tomar una difícil decisión al
menos una vez en su vida?
El crecimiento y desarrollo personal conlleva un
camino minado de situaciones que demandan la toma
de decisiones.

3. Preguntas clásicas que podemos plantearnos a nivel
personal en distintas situaciones pueden ser: ¿Qué
carrera debo elegir? ¿Conviene aceptar una nueva
propuesta laboral a pesar de la estabilidad y
comodidad que me brinda mi actual puesto? ¿Qué
departamento elijo para mudarme?

4. A nivel laboral, en el desempeño diario uno debe
asumir decisiones que conllevan consecuencias de
distinta magnitud. Asimismo, las empresas y
organizaciones se enfrentan a la necesidad de delimitar
políticas y realizar elecciones en relación al personal,
clientes, proveedores, negociaciones y alcances de sus
acciones.

5. En cualquiera de estos ámbitos, la toma
de decisión puede verse precedida de
un período de evaluación y análisis de
variables del entorno, midiendo los
alcances de las distintas posibilidades.
Nuevamente, la evaluación es una
metodología de gran utilidad para
alcanzar resoluciones más acertadas.
Son diversos los fines que pueden
orientar una evaluación: obtener un
diagnóstico certero de una situación
presente, medir modificaciones
obtenidas en un período de tiempo
determinado, determinar posibilidades
reales y concretas de una persona o
grupo de ellas.

6. La información proveniente de una evaluación
deviene de gran utilidad, permitiendo ajustar
decisiones e intervenciones específicas.
Vale la pena aunar esfuerzos hacia ese fin.
Antes de la decisión, siempre hay un tiempo para la
evaluación.

7. Los invitamos a visitar nuestra página y enterarse de
nuestros servicios en evaluación psicológica.