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El lavatorio de los pies - Jesús de Nazaret
1. EL LAVATORIO DE
LOS PIES
T O M O I I C A P Í T U L O 3 D E L J E S Ú S D E N A Z A R E T D E
J O S E P H R AT Z I N G E R – B E N E D I C T O X V I
2. ESTRUCTURA DEL CAPÍTULO
• El capítulo 3 del Tomo II de la obra Jesús de Nazaret. Desde la
Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección está dividido en seis
apartados:
a. La hora de Jesús
b. «Ustedes están limpios»
c. Sacramentum y exemplum, don y tarea: el «mandamiento
nuevo»
d. El misterio del traidor
e. Dos coloquios con Pedro
f. Lavatorio de los pies y confesión de los pecados
3. RECURSOS A LOS AUTORES Y
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
• Artículo «Reinheit/Reinigung» en Historisches Wörterbuch der
Philosophie; en particular Arndt, Martin; Niehoff, Maren y
Sturlese, Rita.
• Reale, Giovanni: Storia della filosofia greca e romana, vol. 8:
Plotino e il neoplatismo pagano.
• Schnackenburg, Rudolf; Das Johannnesvangelium, Dritter Teil.
• Barrett, Charles; The Gospel According to St. John
• Mußner, Franz; Der Jakobusbrief
• San Agustín y santo Tomás de Aquino en lo que se refiere al
mandamiento nuevo.
4. PREHISTORIA DEL TEMA
• Se puede encontrar una meditación sobre el lavatorio de los pies
en su libro El camino pascual. En el capítulo sobre el lavatorio de
los pies, afirma que los exégetas se han puesto de acuerdo en la
división del evangelio según san Juan en: el libro de los signos (cap.
2-12) y el libro de la gloria (cap. 13-21).
• La hora de Jesús es la hora de la glorificación del Padre y del Hijo.
• El lavatorio de los pies es resumen de la existencia de Jesús: se
levanta de las mesa, se despoja de las vestiduras de gloria, se
inclina a nosotros en el misterio del perdón, el servicio de la vida y
de la muerte humanas. Vida y muerte revelan el amor hasta el
extremo.
• Habla del compenetrarse, incluso por la vía del sufrimiento, con el
acto divino-humano del amor de Jesús, el amor de Jesús purifica a
los hombres.
5. LA HORA DE JESÚS
• La hora de Jesús: La hora de Jesús, antes de su Pasión y Muerte,
está marcada por dos hechos importantes:
a. El lavatorio de los pies: Este acto era un servicio propio de los
esclavos. En el contexto del lavatorio de los pies se anuncia la
traición de Judas y la negación de Pedro.
b. Los discursos de despedida: El testamento espiritual de Jesús
cuyo culmen es la oración sacerdotal.
• Así pues, con la Última Cena ha llegado la hora de Jesús. Dos
palabras fundamentales e inseparables: la hora del paso
(metabaínein- metábasis) y la hora del amor (agape).
6. • «El amor mismo es el proceso del paso, de la transformación
del salir de los límites de la condición humana destinada a la
muerte. , en la cual todos estamos separados unos de otros, en
una alteridad que no podemos sobrepasar» (p. 71).
• La hora de Jesús, su glorificación, es la hora del gran paso más
allá, es decir, del amor hasta el extremo. En este sentido, se ve
una conexión con la última palabra de Jesús en la Cruz: Todo
está cumplido. Con ello, se puede afirmar que el amor de Jesús
realiza su cometido perfectamente por medio de la entrega
hasta la muerte. Ahora bien, este cometido será la purificación
como se verá enseguida.
• Esta hora de Jesús recuerda el tema del exitus-reditus. La
concepción filosófica, especialmente en Plotino, afirma la salida
del Logos es un descenso humillante, pues conlleva al
decaimiento y su contaminación con el mundo material
(concepción negativa del cuerpo). Su retorno se dará por medio
de la purificación de la esfera material.
7. • La salida y el retorno de Jesús es un acto positivo de la voluntad
de Dios. Supone, de hecho, la creación y se vuelca al rescate de
la oveja perdida por amor a la creatura. Por lo tanto, su salir es
un proceso de amor y su retorno no es despojamiento de la
esfera material, de su humanidad. Por tanto, el descenso de
Jesús es un acoger y aceptar la humanidad y su retorno es llevar
junto a sí a la humanidad a la esfera de lo divino. De ahí que, la
novedad es que Jesús no vuelve solo, sino que atrae a todos
hacia sí.
• Comprendiendo esto, el lavatorio de los pies es un signo del
despojo de su rango (Flp 2, 7). En este sentido, Jesús hace el
gesto opuesto de Adán; se humilla tomando la condición de
esclavo en obediencia total hasta la muerte: Con un acto
simbólico, Jesús aclara el conjunto de su servicio salvífico. «Se
despoja de su esplendor divino, se arrodilla, por decirlo así, ante
nosotros, lava y enjuga nuestros pies sucios para hacer dignos
de participar en el banquete nupcial de Dios» (p. 73).
• Por lo tanto, el amor de Jesús hasta el extremo es lo que
purifica al hombre. Se tratará ahora el tema de la purificación.
8. USTEDES ESTÁN LIMPIOS
• En esta perícopa, aparece tres veces la palabra puro, limpio. La
palabra puro o limpio es concepto fundamental en el Antiguo
Testamento y recuerda que la pureza es condición para que el
hombre se presente ante Dios.
• Los ritos de purificación tienen un papel importante en las
religiones, pues dan la idea de la santidad de Dios y de la
propia oscuridad. Ahora bien, Jesús señala que no son las
prácticas rituales lo que purifica al hombre. Además, la pureza y
la impureza tienen lugar en el corazón del hombre. Por tanto,
depende de la condición de su corazón.
9. • La exégesis liberal señalaba que, en la cuestión de la pureza,
Jesús pasa de una cuestión ritual a una cuestión moral. Sin
embargo, esto no haría justicia al Nuevo Testamento. En el
contexto de la predicación a los gentiles, en lo que respecta a la
observancia de la Ley de Moisés por parte de ellos, Pedro
declara que la fe es lo que ha purificado el corazón del hombre.
Así, la fe es posible porque Dios sale al encuentro del hombre.
Este encuentro de Dios con el hombre supone que las personas
son tocadas interiormente por el Espíritu Santo. En Juan, se
indica que la purificación de los discípulos se da por las
palabras que Jesús les ha hablado. Así pues, si Jesús es la
Verdad, la verdad es el lavatorio que hace a los hombres dignos
de Dios de tal manera que el hombre ha de estar inmerso en la
Verdad para ser liberado de la suciedad que lo separa de Dios.
• Por consiguiente, el lavatorio es camino de purificación, pues es
el amor de Jesús es lo que purifica. Así, la purificación es don
del encuentro de Dios en Jesucristo.
10. • Mientras que en las filosofías, la purificación se hace a través de
ritos y de la ascensión gradual del hombre, en el cristianismo el
Dios encarnado es quien nos purifica. Por lo tanto, lo esencial es
entrar en su Cuerpo, estar penetrados por su presencia.
• Finalmente, los ritos purificatorios son sacramentum futuri. Se
rescata la unión de los Testamentos pues no hay ruptura entre
el Antiguo y el Nuevo: «una etapa en la historia de Dios con los
hombres o de los hombres con Dios; una etapa que quería crear
una apertura hacia el futuro, pero que tuvo que ceder el puesto
al haber llegado la hora de la novedad» (p. 78)
11. SACRAMENTUM Y EXEMPLUM,
DON Y TAREA: EL
«MANDAMIENTO NUEVO»
• Idea principal: El Dios que desciende nos hace puros. La pureza
es un don.
• Surge una objeción a raíz de Jn 13, 14s: ¿Concepción
meramente moral del cristianismo? Schnackenburg señala dos
interpretaciones:
a. Es acontecimiento simbólico que indica la muerte de Jesús.
b. Tiene un carácter paradigmático.
Concluye diciendo que la segunda sería consecuencia de la
creación de la redacción, pues la segunda parece ignorar la
primera.
• Refutación: la entrega de Jesús y su acción continuada en sus
discípulos van juntas.
12. • El sacramentum (el misterio de Cristo) que se hace presente en
los hombres a través del Espíritu Santo no solo purifica al
hombre renovándolo sino también lo hace partícipe de un
dinamismo que es consecuencia del Espíritu de tal manera que
Jesús obra en nosotros y nuestro obrar se hace uno con el suyo.
Este es el exemplum, que podría definirse como seguimiento o
configuración de Cristo en la vida del cristiano.
• Teniendo en cuenta ello, la novedad del mandamiento nuevo
no consiste en el hecho de un esfuerzo moral extremo de la
disposición a sacrificar la vida por el otro. El mandamiento
nuevo encuentra su fundamento precisamente en el nuevo
fundamento del ser que se le ha dado al cristiano: es nueva
creatura, hijo de Dios dentro de la familia de Dios. El don de la
comunión con Cristo, del vivir como Él. La purificación del
corazón es obra del amor de Jesús y su Nueva Ley es el don del
Espíritu Santo. (Referencia a San Agustín y a Santo Tomás de
Aquino).
13. EL MISTERIO DEL TRAIDOR
• Dos reacciones frente al anonadamiento de Jesús en el lavatorio
de los pies:
a. Judas: El salir fuera, de la luz para entrar a las tinieblas.
Representa a aquellos que han dejado apagar la luz de Jesús
en su interior y se han dejado consumir por su propia
oscuridad. Y, en ella, solo hay destrucción y no hay
arrepentimiento
b. Pedro: (lo veremos en el siguiente apartado)
• Se destaca que Jesús es el verdadero sujeto de los Salmos.
Además, hoy hay muchos que toman su pan y lo traicionan.
14. DOS COLOQUIOS CON PEDRO
• El primero de ellos da lugar cuando Pedro no se deja lavar los pies.
Sigue teniendo la concepción de un Dios triunfalista. Jesús le
enseña que el poder de Dios es entrar en la gloria a través del
sufrimiento
• El segundo cuando Pedro pregunta: «Señor, ¿a dónde vas?» (13,
36). El irse o ir hacia (hypágo) de Jesús es un ir a la muerte, no
entendida como suicidio, sino transformando su muerte violenta en
libre entrega de su vida. San Juan hace ver que Pedro sí entiende
que las palabras de Jesús están referidas a su inmediata muerte,
pues este replica: «¿Por qué no puedo acompañarte ahora? Daré mi
vida por ti» (13, 37). Sin embargo, su voluntad de llegar a las manos
en la reyerta, su heroísmo, termina en renegar de Jesús… Su
heroísmo se ha derrumbado en una mezquina forma de táctica.
15. • CONCLUSIÓN: No prescribir a Dios lo que tiene que hacer, sino
aprender a aceptarlo tal como Él mismo se nos manifiesta; no
querer ponerse a la altura de Dios, sino dejarse plasmar poco a
poco, en la humildad del servicio, según la verdadera imagen
de Dios.
16. LAVATORIO DE LOS PIES Y
CONFESIÓN DE LOS PECADOS
• Los discípulos antes de ir a la Cena, habían tomado un baño
completo. El lavatorio, por tanto, es signo de la totalidad del
servicio de Jesús.
• El baño completo hace referencia al bautismo, ahora bien, para
permanecer en una comunión de mesa con el Señor, ¿qué
purificación se hace? La Primera Carta de Juan ofrece la
confesión de los pecados. Ciertamente se trata de la confesión
pública de los pecados de las primeras comunidades cristianas
–como indica Mußner–, pero es una etapa hacia la Penitencia.
17. • Por la confesión se saca la propia culpa a la luz, exponiéndola al
amor purificador de Cristo.
• En conclusión, Jesús es el Siervo de Dios que carga con nuestros
pesos y nos purifica.
• La verdadera gloria de Dios Padre y de Jesús es la hora de la
cruz.
18. MATERIAL BIBLIOGRÁFICO
• De la Potterie, Ignacio; La verdad de Jesús. Estudios de
cristología joánea, BAC, Madrid, 1979, 331
• Chapa, Juan (ed.); Introducción a los escritos de san Juan.
Evangelio, Cartas y Apocalipsis, EUNSA, Pamplona, 2011, 321pp.