El crecimiento y desarrollo del niño es un proceso regular y organizado que se ve influenciado por factores genéticos y ambientales. El contacto piel con piel con la madre y la lactancia en la primera hora después del nacimiento ayudan al recién nacido a establecer un vínculo y lograr un mejor crecimiento. El desarrollo del niño depende de las interacciones con otros a través del habla, el tacto y el juego, lo que promueve el aprendizaje.