El documento describe tres fases del desarrollo del conocimiento humano: 1) la fase teológica o mágica, en la que las personas dan explicaciones sobrenaturales a los fenómenos naturales; 2) la fase metafísica o filosófica, en la que las personas reemplazan las creencias sobrenaturales con ideas abstractas; y 3) la fase científica o positiva, en la que el conocimiento se basa en la observación y experimentación para descubrir las leyes naturales.