El documento resume el teatro isabelino en Inglaterra durante los siglos XVI y XVII. Los teatros se ubicaban fuera de Londres debido a la prohibición dentro de la ciudad. Las obras se presentaban durante el día y los roles femeninos eran interpretados por hombres jóvenes. El teatro más famoso fue El Globo de William Shakespeare, que podía albergar a miles de personas paradas o sentadas. Las representaciones comenzaban temprano debido a la falta de iluminación artificial.
Teatro siglo XVII. Características, Lope y CalderónRaúl Lasa Calle
En esta presentación se desarrolla la unidad didáctica del teatro en el Siglo de Oro español, explicando sus peculiaridades y a sus dos principales figuras, Lope de Vega y Calderón de la Barca. En ciertos momentos, se establecen analogías con elementos actuales para explicar de una forma más didáctica los aspectos de mayor dificultad de comprensión.
Teatro siglo XVII. Características, Lope y CalderónRaúl Lasa Calle
En esta presentación se desarrolla la unidad didáctica del teatro en el Siglo de Oro español, explicando sus peculiaridades y a sus dos principales figuras, Lope de Vega y Calderón de la Barca. En ciertos momentos, se establecen analogías con elementos actuales para explicar de una forma más didáctica los aspectos de mayor dificultad de comprensión.
4. El teatro tenía mala reputación. Las autoridades de Londres lo prohibieron en la ciudad, por lo que los teatros se encontraban al otro lado del río Támesis, en la zona de Southwork o Blackfriars, fuera de la competencia de las autoridades de la ciudad.
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10. El GLOBO estuvo abierto hasta 1613, cuando un cañón utilizado en la representación de “Enrique VIII”, fue causante de un incendio. La mayoría de teatros eran de madera y paja, por lo que ardió hasta consumirse totalmente. El sitio se redescubrió en el siglo XX y ha sido reconstruido completamente.
11. Estos teatros podían acoger a varios miles de personas, la mayoría de pie delante del scenario, otras sentadas en los laterales. Se llamaba “el cielo” a las localidades más alejadas. Era en estas zonas provistas de sillas, adonde acudían los comerciantes, los aristócratas e incluso la reina Isabel (de incógnito), que amaba el teatro.
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13. No había escenografía, y los lugares en donde ocurría la acción se describían en la propia obra o era paseado un cartel que indicaba un cambio de locación (como en “Romeo y Julieta”).
18. “ El que se queda de pie abajo paga sólo un penique, pero si quiere sentarse, le meten por otra puerta, donde paga otro penique; si desea sentarse sobre un cojín en el mejor sitio, desde donde no sólo se ve todo, sino que también pueden verle, tiene que pagar en una tercera puerta otro penique”. Descripción que hace Thomas Platter de Basle en 1599 , tras visitar The Curtain . 5