Este documento discute las violencias en México y cómo construir la paz. Identifica factores multicausales como la pobreza, desigualdad y falta de respeto a la democracia. Propone un enfoque de salud pública para prevenir violencias mediante acciones concertadas entre sociedad y gobierno. También describe las responsabilidades de la Iglesia y cómo los constructores de paz deben abordar conflictos en todas sus fases para lograr transformaciones profundas.