Eloy Alfaro fue un líder político y militar ecuatoriano que lideró la Revolución Liberal Ecuatoriana entre 1895 y 1924. Sirvió como Presidente de Ecuador en dos ocasiones, impulsando reformas laicas y modernizadoras. Sin embargo, su liderazgo polarizante también generó oposición, culminando trágicamente en su asesinato en 1912 a manos de una turba fanática
2. Introducción
• José Eloy Alfaro Delgado fue Presidente de la República del
Ecuador en dos ocasiones en períodos que comprenden
entre 1897 a 1901 y 1906 a 1911, general de División del Ejército
del Ecuador desde 1895 y líder de la revolución liberal
ecuatoriana (1895 - 1924). Por su rol central en las batallas de la
revolución y por haber combatido al conservadorismo por casi 30
años, es conocido como el Viejo Luchador.
4. Niñez
• José Eloy Alfaro Delgado nació el 25 de junio de 1842 en la ciudad
ecuatoriana de Montecristi, sus padres fueron Juan Alfaro
González, republicano español natural de Cervera del Río
Alhama(La Rioja) quien llegó a Ecuador en calidad de exiliado
político y María Natividad Delgado López, nacida en Montecristi el
8 de septiembre de 1808, hija de Rafael de la Cruz Delgado, que
fue en repetidas ocasiones regidor del Cabildo de Montecristi y de
María de la Cruz López, mestiza.
5. Familia
• Sus padres fueron Juan Alfaro González, republicano español
natural de Cervera del Río Alhama (La Rioja) quien llegó a Ecuador
en calidad de exiliado político y María Natividad Delgado López,
nacida en Montecristi el 8 de septiembre de 1808, hija de Rafael
de la Cruz Delgado, que fue en repetidas ocasiones regidor del
Cabildo de Montecristi y de María de la Cruz López, mestiza.
6. Vida política y revolución
• José Eloy recibió su instrucción primaria en su lugar natal y al
concluir esos estudios, se dedicó a ayudar a su padre en los
negocios. Durante su juventud se identificó con el liberalismo
anticlerical, doctrina que se conoció posteriormente como el
liberalismo radical ecuatoriano. Al enterarse el joven Eloy Alfaro
de que Gabriel García Moreno había pedido el protectorado a
Francia, se unió a las filas liberales. A los 22 años de edad empuñó
las armas contra García Moreno, pero tuvo que salir del Ecuador
porque la conspiración urdida por el general Tomás Maldonado
había sido sofocada. Corría 1864. Al año siguiente regresó para
combatir junto al general José María Urbina en Jambelí.
7. Vida política y revolución
• Derrotado y perseguido, Alfaro ancló en Panamá, departamento de
Colombia todavía, en donde con su trabajo se labró una fortuna y
contrajo matrimonio con Ana Paredes y Arosemena, panameña de
16 años de edad, a la que amó fielmente a lo largo de la vida, y
con quien tuvo nueve hijos. Sin la fortaleza de su esposa que
sobrellevó con entereza las separaciones y sobresaltos ocasionados
por la interminable lucha militar y política del esposo, Alfaro no
habría podido sembrar lo que sembró. En Panamá conoció a Juan
Montalvo, a quien protegió y financió la edición de algunos de los
inmortales ensayos. Muerto García Moreno en 1875, Alfaro regresó
a Ecuador, luchó por la abolición de la octava carta política
conocida como "Carta Negra" y por la convocatoria de una
Convención.
8. Vida política y revolución
• Se unió a Veintenilla y se distinguió en Galte, la batalla que
consolidó la jefatura suprema de ese general. Pronto se
decepcionó de él, volvió a Panamá y retornó a Guayaquil en abril
de 1878 para combatirlo. En noviembre de ese año fue apresado y
cargado de grillos hasta marzo de 1879. Gracias a la valiente
defensa de Montalvo fue puesto en libertad y expulsado a Panamá.
Como su fortuna material había venido a menos, pues con ella
financiaba su activismo libertario y porque Panamá había entrado
en crisis económica, Alfaro cayó en la pobreza. Trabajó como
periodista, pero volvió a la carga en 1882 al proclamarse
Veintemilla nuevamente dictador. Cuando Alfaro contó a su madre
que se aproximaba la guerra civil, recibió de ella esta bendición:
'Bien está. Vaya usted a cumplir sus deberes con la patria'.
9. Vida política y revolución
• Se embarcó para Esmeraldas y asumió la dirección del movimiento
armado, pero fue vencido y tras un escape prodigioso y lleno de
sufrimientos a través de los Andes y la selva llegó a Panamá. Allí le
nació una hija a la que puso el nombre de Esmeralda. Y volvió otra
vez a combatir en la campaña de la Restauración, lo que le valió
ser nombrado jefe supremo de Manabí y Esmeraldas. Los
opositores le echaron en cara el decreto del 2 de julio de 1883, en
el que ordenaba que los "sindicados sean juzgados sumaria y
verbalmente sin apelación" y que "los bienes de todos estos
criminales se les confisquen mientras dure la guerra y para
emplearlos en sostener la guerra".
10. Vida política y revolución
• Desde muy joven participó en gestas rebeldes como en el
Colorado; casi pierde la vida en el combate naval del Alajuela,
cuando intentó desembarcar en Ecuador con una tropa
revolucionaria y fue derrotado por el Gobierno conservador. Al
hundirse su barco, se salvó aferrado a un barril. Participó en los
combates de Montecristi, Galta, San
Mateo, Esmeraldas, Guayaquil, Jaramijó, Cuenca y Chasqui.
12. Años en el poder
• Primer Gobierno: Desde el 5 de junio de 1895 al 31 de agosto
de 1901
Alfaro ejerció la jefatura suprema hasta el 17 de enero de 1897. En
este año y medio, la revolución cabalgó sobre un potro de
tormentos nacidos del espíritu conciliador y de la prudencia
reformista de Alfaro, de las exigencias de cambios drásticos pedidos
por la impaciencia de los radicales, de la subversión de los
conservadores, de la violencia del clero y de la represión y
ambiciones de los propios alfaristas.
13. Años en el poder
• Segunda Administración:16 de enero de 1906 a 11 de agosto de 1911
El golpe militar de Eloy Alfaro contra el presidente Lizardo García influyó
para que los dos primeros años de la segunda presidencia del Viejo
Luchador fueran perturbados por la oposición de los liberales placitas y de
los conservadores. Lo más notable de este segundo período fue la
consolidación del laicismo, la llegada del ferrocarril a Quito y la unión
nacional en torno al conflicto bélico con el Perú. El 9 de diciembre de
1906, el general conservador Antonio Vega Muñoz levantó a Cuenca contra
Alfaro. Vega esperaba refuerzos conservadores de otras provincias de la
Sierra. Fue derrotado por el general liberal Ulpiano Páez en Ayancay, entre
Azuay y Cañar. Vega murió de un balazo cuando entraba a pie en Cuenca
como prisionero de las tropas alfaristas. Los gobiernistas dieron la versión
de que Vega se había suicidado; pero lo más probable es que fue
asesinado.
15. Muerte
• Desde mediados de 1911, en Quito y en todo el país, se fue
afianzando y extendiendo, un clima anti-alfarista que culminó el
11 de agosto con un golpe de estado militar, que obligó a Eloy
Alfaro a dimitir de la presidencia, a refugiarse en la Legación de
Chile y posteriormente exiliarse a Panamá. Según estima Cristóbal
Gangotena, un testigo presencial de los hechos que dejó una
crónica, la vida de Alfaro ya corrió peligro durante su
derrocamiento, siendo salvado por los cónsules de Brasil y Chile.
16. Muerte
• El domingo 28 de enero de 1912, Quito se convirtió en escenario del crimen que una
turba fanática consumó contra el general Eloy Alfaro Delgado, líder del liberalismo
ecuatoriano, su hermano Medardo, su sobrino Flavio, el periodista Luciano Coral y los
militares Manuel Serrano Renda y Ulpiano Páez.
En la consumación del martirologio influyeron aquellos antecedentes incubados por la
ambición y deslealtad de jefes liberales y fuerzas políticas y económicas contrarias a los
afanes transformadores alfaristas.
Desde el derrocamiento de Alfaro en agosto de 1911, la división del liberalismo agudizó y
esa situación la aprovecharon terceros para captar posiciones. Por la muerte del
presidente Emilio Estrada en diciembre de 1911, a pocos meses de ejercer su mandato,
asumió como encargado del poder Carlos Freile Zaldumbide.
Este último tuvo el respaldo de los generales Leonidas Plaza y Julio Andrade, pero no de
Pedro J. Montero, quien pidió el regreso de Eloy Alfaro, que en efecto arribó el 4 de
enero. La tarea pacificadora del ex presidente resultó infructuosa, pues ocurrieron
feroces combates entre las fuerzas simpatizantes del gobernante interino y los liberales
radicales.