Las empresas transnacionales se caracterizan por estar establecidas en múltiples países para realizar actividades comerciales de venta, compra y producción. Tienen la capacidad de expandir operaciones y mover plantas industriales globalmente. Mediante fusiones y alianzas, logran mayor poder e influencia en la economía mundial. Ofrecen beneficios como inversión, empleos y desarrollo económico, pero también pueden vender productos de baja calidad y pagar sueldos mediocres.