El consumo excesivo de alcohol puede causar acumulación de grasa en el hígado, lo que aumenta el riesgo de desarrollar hepatitis. La hepatitis puede variar desde leve sin síntomas hasta grave con síntomas como mareos, náuseas y dolor abdominal. El alcohol también aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer y puede causar anemia reduciendo los glóbulos rojos a través de la mala absorción de nutrientes y desnutrición.