La caída del rey Alfonso XIII y el inicio de la Segunda República Española en 1931 llevó a un período de inestabilidad política e ideológica, con problemas entre la Iglesia, el ejército y grupos regionales, así como disturbios sociales. Elecciones en 1933 dieron la victoria a la derecha, aumentando las tensiones, lo que llevó a revueltas en 1934. Nuevas elecciones en 1936 trajeron al poder un gobierno de izquierda, pero las tensiones continuaron creciendo entre izquierda y derecha