El documento describe la transformación del aparato estatal mexicano iniciada en 1985, incluyendo programas de reestructuración, recorte de personal en el sector público, y políticas de austeridad para lograr finanzas públicas sanas y una administración pública más moderna y eficiente. Se introdujeron conceptos de rentabilidad en las empresas públicas y se produjo una transformación estructural del Estado, el gobierno y la administración pública para establecer un "mejor Estado".