La Declaración de Alma-Ata de 1978 estableció un conjunto de valores y principios para guiar el desarrollo sanitario y la organización de los servicios de salud, así como criterios para abordar las necesidades sanitarias prioritarias y los determinantes fundamentales de la salud. En 2008, la OMS publicó un informe sobre atención primaria de salud en el que pidió a los líderes políticos prestar atención a las crecientes expectativas sociales de un sistema de salud que sea justo y eficaz e integre los valores