El documento habla sobre la Eucaristía y la Unción de los Enfermos. Explica que la Unción de los Enfermos puede recibirla cualquier fiel en peligro de muerte o con una enfermedad grave y otorga gracia y perdón de pecados. También señala la relación entre la Eucaristía y Unción de los Enfermos, especialmente cuando se recibe la Eucaristía como viático antes de morir.
Relación de Jesús y en enfermo.
Jesús no solamente cura, sanando inmediatamente; El va más allá, se identifica con la persona que sufre, ante el enfermo tiene una actitud contemplativa.
el servicio se hace culto.
4. Acompañamiento y Sacramentos, Jalapa 2007Pastoral Salud
Cuando se celebran los Sacramentos se intercede por el bien del enfermo, contribuyendo a la Santificación de la Iglesia y al bien de todos los hombres.
A través de los Sacramentos de la Reconciliación y Unción de los enfermos se acompaña al enfermo.
Sacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curación
Relación de Jesús y en enfermo.
Jesús no solamente cura, sanando inmediatamente; El va más allá, se identifica con la persona que sufre, ante el enfermo tiene una actitud contemplativa.
el servicio se hace culto.
4. Acompañamiento y Sacramentos, Jalapa 2007Pastoral Salud
Cuando se celebran los Sacramentos se intercede por el bien del enfermo, contribuyendo a la Santificación de la Iglesia y al bien de todos los hombres.
A través de los Sacramentos de la Reconciliación y Unción de los enfermos se acompaña al enfermo.
Sacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curaciónSacramentos de curación
, ¿Puede un sacerdote negar la absolución? No. Lo que sí puede hacer es diferirla cuando no percibe en el penitente el deseo del arrepentimiento y conversión; y si no existe el propósito de dejar el pecado, no se desatan los pecados, pues sería jugar con el sacramento. Ejemplo: Un ladrón que llega al confesionario y confiesa su pecado, pero no tiene ningún deseo de arrepentirse, más piensa seguir hurtando, el sacerdote no debe absolverlo, porque no quiere, ni se propone dejar el pecado. En cuanto a la materia, hay pecados que el sacerdote no tiene facultad para absolver, porque llevan consigo una censura como la excomunión que se produce al momento de cometerse la falta. El aborto, es uno de esos pecados que tienen censura y está reservado al obispo; pero el obispo, da concesión a algunos o todos los sacerdotes, para perdonar el pecado de aborto. En circunstancias especiales o particulares, como lo es el Jubileo de la Misericordia, todos los sacerdotes de la Arquidiócesis de Ibagué, tienen facultad de absolver el pecado de aborto a quien haya incurrido en él, lo haya aconsejado o practicado. También hay otra serie de pecados muy graves que producen la pérdida total de la gracia...
¿Qué es lo importante?
¿Orar de rodillas con las manos juntas o de pie con las manos alzadas?
Lo importante es nuestra actitud interior: somos un pueblo sacerdotal.
Los protestantes, así antiguos como modernos, han apelado frecuentemente a la Epístola a los Gálatas para hacer ver a los católicos que el Pedro de la Epístola, el Pedro real y auténtico, débil, inconsecuente, duramente reprendido por San Pablo, en nada se parece al jefe soberano de la Iglesia universal que ellos han fantaseado.
En realidad la Epístola a los Gálatas nos ofrece un argumento positivo en favor del primado de San Pedro.
«Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría» (Mt 24,12). Los engaños de este mundo nos enfrían. La espiritualidad de cuaresma nos prepara a arder con el amor de Cristo.
En la S. Biblia la palabra Ángel significa "Mensajero". Un espíritu purísimo que está cerca de Dios para adorarlo, y cumplir sus órdenes y llevar sus mensajes a los seres humanos.
Sola Escritura VS Tradición Escritura MagisterioMiguel Angel
Se contraponen los principios protestantes de Sola Escritura contra el Principio Cristiano de Tradición Escritura y Magisterio, A la luz de la Palabra de Dios.
Vida en Cristo: gracia, virtudes y DonesMiguel Angel
Los cristianos somos llamados a una nueva vida en Cristo. La gracia santificante recibida en el Bautismo nos dispone combate de la fe. Las virtudes en el alma son como los músculos en el cuerpo si las ejercitamos se fortalecen y nos traen alegrías.
Los dones del Espíritu Santo, no es otra cosa que el Espíritu Santo recibido que nos ayuda cuando deseamos llevar esa vida cristiana en santidad.
En el sistema educativo actual se insiste en la educación en valores. Si el cristiano está llamado a una vida nueva en Cristo, ¿Cuál de las dos debe ser su opción como educador?
Estracto del artículo de Carmen Ruiz Enríquez. Doctora en derecho y Catequista (30 de mayo de 2002)
Extractos de la histórica intervención de la Madre Teresa de Calcuta en el Desayuno de Oración Nacional que tradicionalmente se celebra cada año en Washington, DC. Fue el 3 de febrero de 1994 y fue histórico porque, ante una clase dirigente norteamericana cómplice o tolerante con el aborto, la fundadora de las Misioneras de la Caridad proclamó con valentía la verdad sobre ese crimen, y lo hizo además no como una mera proclamación que se llevase el viento, sino con argumentos sólidos e irrefutables que convenciesen, o al menos inquietasen la conciencia, de los presentes.
Presentación preparada por Maribel Flores Salazar para explicar, tomando afirmaciones de científicos reconocidos, la existencia de Dios; todo esto basado en el libro: "Para salvarte" de Jorge Loring.
El altar es el polo primordial del espacio celebrativo. No es un objeto neutro o pasivo. Sino que tiene, en medio de la asamblea cristiana, una decisiva función simbólica, como plasmación del lugar donde se hace efectiva la venida de Dios hacia nosotros y nuestro camino hacia él. Sin duda vale la pena reflexionar y profundizar sobre la riqueza de significado que en él se concentra.
Estas páginas constituyen sin duda una importante aportación. Porque el "misterio del altar", su presencia intensa y viva en el centro de nuestras asambleas cristianas, merece ser vivida con toda su fecundidad.
1. La resurrección de los muertos es una verdad revelada por Dios. 2. El sentido cristiano de la muerte.
3. La eterna felicidad en el Cielo
4. La eterna condenación en el infierno
5. La purificación final o Purgatorio.
6. Los niños que mueren sin el Bautismo
7. Los nuevos cielos y la nueva tierra
Se ha popularizado la Florecilla de san Francisco sobre la Perfecta Alegría. Pero quizá sea bueno compararla con la exposición que el mismo Santo hace en los Avisos espirituales. Puede que nos parezca un poco más dura, menos poética.
2. 3. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
3.1.Preguntas de Reflexión
1.¿Quién puede recibir el
sacramento de la Unción de los
enfermos?
2. ¿Cuáles son los efectos de este
sacramento?
3. 3. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
3.1.Preguntas de Reflexión (Compendio del Catecismo 77)
1. ¿Quién puede recibir el Scmto de la Unción de los enfermos?
(…) cualquier fiel que comienza a encontrarse en
peligro de muerte por enfermedad o vejez
El mismo fiel lo puede recibir también otras veces, si se
produce un agravamiento de la enfermedad o bien si
se presenta otra enfermedad grave.
La celebración de este sacramento debe ir precedida, si
es posible, de la confesión individual del enfermo.
4. 3. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
3.1.Preguntas de Reflexión (Compendio Catecismo 291)
2. ¿Cuáles son los efectos de este sacramento?
(…) confiere una gracia particular, que une más íntimamente al
enfermo a la Pasión de Cristo, por su bien y por el de toda la
Iglesia, otorgándole fortaleza, paz, ánimo y también el perdón de
los pecados, si el enfermo no ha podido confesarse.
(…) concede a veces, si Dios lo quiere, la recuperación de la
salud física.
En todo caso, esta Unción prepara al enfermo para pasar a la
Casa del Padre.
5. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
3.2. Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Postsinodal
Sacramentum Caritatis n. 22
Jesús no ha enviado solamente a sus
discípulos a curar a los enfermos (cf. Mt
10,8; Lc 9,2; 10,9), sino que ha instituido
también para ellos un sacramento
específico: la Unción de los enfermos.[66]
La Carta de Santiago atestigua ya la
existencia de este gesto sacramental en la
primera comunidad cristiana (cf. 5,14-16).
6. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Postsinodal
Sacramentum Caritatis n. 22
Si la Eucaristía muestra cómo los sufrimien-
tos y la muerte de Cristo se han transforma
do en amor, la Unción de los enfermos, por
su parte, asocia al que sufre al ofrecimiento
que Cristo ha hecho de sí para la salvación
de todos, de tal manera que él también pue
da, en el misterio de la comunión de los san
tos, participar en la redención del mundo.
7. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Postsinodal
Sacramentum Caritatis n. 22
La relación entre estos sacramentos se
manifiesta, además, en el momento en que
se agrava la enfermedad: «A los que van a
dejar esta vida, la Iglesia ofrece, además de
la Unción de los enfermos, la Eucaristía
como viático».
8. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Postsinodal
Sacramentum Caritatis n. 22
En el momento de pasar al Padre, la comunión
con el Cuerpo y la Sangre de Cristo se manifies-
ta como semilla de vida eterna y potencia de
resurrección: « El que come mi carne y bebe mi
sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en
el último día » (Jn 6,54). Puesto que el santo
Viático abre al enfermo la plenitud del misterio
pascual, es necesario asegurarle su recepción.
9. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Postsinodal
Sacramentum Caritatis n. 22
La atención y el cuidado pastoral de los
enfermos redunda sin duda en beneficio
espiritual de toda la comunidad, sabiendo
que lo que hayamos hecho al más pequeño
se lo hemos hecho a Jesús mismo (cf. Mt
25,40).
10. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
3.3 Parábola del Buen Samaritano (Lucas 10, 25-37)
«Un hombre bajaba
de Jerusalén a Jericó,
cayo en manos de
unos bandidos, que
lo desnudaron, lo
molieron a palos y se
marcharon,
dejándolo medio
muerto.
Desnudar: despojar de inmortalidad
Moler a palos: herir dejando inclinado
al pecado
11. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
Parábola del Buen Samaritano (Lucas 10, 25-37)
Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel
camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo
mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo
dio un rodeo y pasó de largo.
12. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
Parábola del Buen Samaritano (Lucas 10, 25-37)
Pero un samaritano
que iba de viaje,
llegó a donde estaba
él y, al verlo, tuvo
compasión, se le
acercó, le vendó las
heridas, echándoles
aceite y vino … Aceite: Unción
Vino: Eucaristía
13. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
Parábola del Buen Samaritano (Lucas 10, 25-37)
y, montándolo en su
propia cabalgadura, lo
llevó a una posada y lo
cuidó. Al día siguiente,
sacó dos denarios y,
dándoselos al
posadero, le dijo:
"Cuida de él, y lo que
gastes de más yo te lo
pagaré a la vuelta."
Posada: Iglesia
14. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
Parábola del Buen Samaritano (Lucas 10, 25-37)
«Pues si tan
misericordioso y
humano fue un
samaritano hacia un
desconocido, ¿quién
nos perdonará si
descuidamos a nuestros
hermanos en males
mayores?», se pregunta
San Juan Crisóstomo.
Posada: Iglesia
15. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
Parábola del Buen Samaritano (Lucas 10, 25-37)
Y, después de
aconsejar que no
indaguemos por qué
otros no lo han hecho
–especialmente si
son heridas del alma–
, dice: «Cúrale tú y no
pidas a nadie cuenta
de su negligencia.
Posada: Iglesia
16. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
Parábola del Buen Samaritano (Lucas 10, 25-37)
Si encontrases una mone-
da de oro, a buen seguro
que no pensarías: ¿por qué
no la ha hallado otro? Al
contrario, correrías a to-
marla cuanto antes. Pues
has de saber que cuando
encuentras a tu hermano
herido, has encontrado
algo que vale más que un
tesoro: el poder cuidarle».
No dejemos de hacerlo.Posada: Iglesia
17. EUCARISTÍA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
Apóstolado para los enfermos
En la Instrucción Vaticana sobre algunas cuestiones acerca de la
colaboración de los fieles laicos en el sagrado ministerio de los
sacerdotes (1997) se indica así:
Articulo 9. El apostolado para los enfermos § 1. (…) Allí
donde los fieles no ordenados acompañan a los
enfermos en los momentos más graves es para ellos
deber principal suscitar el deseo de los Sacramentos de
la Penitencia y de la sagrada Unción, favoreciendo las
disposiciones y ayudándoles a preparar una buena
confesión sacramental e individual, como también a
recibir la Santa Unción.
18. PREFACIO COMÚN VIII
En verdad es justo darte gracias y deber nuestro
alabarte, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
en todos los momentos y circunstancias de la vida,
en la salud y en la enfermedad, en el sufrimiento y
en el gozo, por tu siervo, Jesús, nuestro Redentor.
Porque él, en su vida terrena, pasó haciendo el
bien y curando a los oprimidos por el mal.
19. PREFACIO COMÚN VIII
También hoy, como buen samaritano, se acerca a
todo hombre que sufre en su cuerpo o en su
espíritu, y cura sus heridas con el aceite del
consuelo y el vino de la esperanza. Por este don
de tu gracia, incluso cuando nos vemos
sumergidos en la noche del dolor, vislumbramos la
luz pascual en tu Hijo, muerto y resucitado.