Los evangelios fueron escritos entre los años 65 y 110 d.C. a partir de tradiciones orales sobre Jesús y su predicación, y breves esquemas escritos que circulaban entre los primeros cristianos. Los autores seleccionaron y sintetizaron estas tradiciones para diferentes audiencias, desarrollando algunos aspectos de acuerdo a sus características. Los manuscritos más antiguos datan del siglo II y III d.C.