La botella de Coca-Cola se diseñó en 1915 con un contorno único para identificarla como la bebida original, aunque ha sufrido modificaciones para adaptarse a las nuevas tecnologías y hábitos de consumo. A partir de los años 50, Coca-Cola desarrolló diferentes formatos de envasado y nuevos productos para satisfacer las demandas cambiantes de los consumidores. Recientemente en 2008, la empresa volvió a un diseño gráfico más simple con fondos de color sólido y textos planos para permanecer fiel a sus orígenes