El documento describe diferentes elementos arquitectónicos y muebles que se encuentran en las iglesias católicas. Estos incluyen retablos, confesonarios, pilas bautismales, púlpitos, candelabros y altares. Cada uno tiene una función específica relacionada con la liturgia o la decoración del espacio sagrado.
2. Un retablo es un conjunto de grandes
dimensiones situado detrás del
altar, construido frecuentemente en
madera dorada y polícroma. Pueden ser
escultóricos (sólo escultura) con relieves y
bulto redondo, pueden ser
pictóricos, sólo pintura y frecuentemente
mixtos. Son obras multidisciplinares por lo
tanto, ya que en ellas colaboran
arquitectos, escultores, estofadores y
doradores. Constan de banco o predela
cuyos márgenes pueden ser
independientes del tema general del
retablo y el conjunto se divide
verticalmente en calles y en cuerpos
horizontales. El elemento que sobresale se
llama espina o ático y suele estar
ocupado por el tema del Calvario:
Jesucristo crucificado. Todo el conjunto
se protege a veces con una moldura
llamada guardapolvos.
3. Un confesonario o confesionario es un
pequeño habitáculo aislado usado
para el sacramento de la
reconciliación en la Iglesia Católica. En
él, el sacerdote escucha las
confesiones de los cristianos que se
acercan a la iglesia. Generalmente se
construye de madera. Su primera
aparición fue en el Concilio de Trento,
convocado por el papa Pablo III y que
transcurrió entre los años 1542 y 1562.
Se le colocó una rejilla para evitar que
el cura y los creyentes intimaran
demasiado. En el Concilio Vaticano II
se renovó el mueble.
4. Las pilas bautismales son recipientes en los
que se contiene el agua para impartir el
sacramento del bautismo. Las pilas
bautismales se encuentran ya en las
catacumbas y desde la paz de
Constantino en los baptisterios, de fábrica.
Las primitivas eran grandes pilas
rectangulares y estaban hundidas en el
suelo, apareciendo únicamente los
bordes encima de él como puede verse
en las catacumbas de San Ponciano,
donde todavía se conserva una con la
particularidad de introducirse en ella el
pie de una cruz pintada con gran ornato
en el muro.
5. Púlpito es la plataforma elevada en las
iglesias desde la que se predica.
Cuando se usan para proclamar las
Lecturas se llaman también ambones.
Disponen de antepecho o pretil y
tornavoz o sombrero superior. Los
púlpitos se utilizaron en las primitivas
iglesias o basílicas llamándose
precisamente ambones. Se disponían
a la entrada del coro a manera de
tribuna rectangular sobre una
plataforma de poca elevación, a la
cual se subía por gradas laterales y en
ellos se cantaban la epístola y el
Evangelio en las Misas solemnes y se
anunciaban al pueblo las fiestas.
6. Los primeros candelabros, fueron
utilizados en las iglesias o monasterios
católicos. Estos utilizaban una forma de
cruz, en la cual se colocaban velas, en
cada punta. Su objetivo primordial del
candelabro, era iluminar los espacios
principales.
De manera posterior los candelabros
fueron evolucionando, en formas más
complejas, con una utilidad doble. O
sea, para iluminar, pero también como
una forma decorativa. Esto se empezó
a dar, a mediados del siglo IX. Claro
que estos nuevos diseños, sólo eran
utilizados por personas pudientes o en
los palacios reales.
7. En la Antigüedad un altar era, bien un
lugar elevado (en su origen simples
montículo de tierra o de piedra), o
una tabla colocada sobre unas
gradas, en el que se depositaban
ofrendas y/o se celebraban sacrificios
a la divinidad.
El altar romano fue el elemento más
importante de la casa, ante el cual, la
familia, efectuaba sus devociones
y, progresivamente, se fueron
instalando en los lugares dedicados al
culto comunitario.