El documento trata sobre la preocupación por la desaparición de los bosques tropicales. Los países como Brasil, Costa de Marfil y Nueva Guinea explotan sus bosques más rápido de lo que pueden regenerarse, reduciendo drásticamente su masa forestal entre 1966 y 1974. Algunos gobiernos están tomando medidas como controlar la tala de árboles y obligar a las empresas madereras a replantar los que talan.