Los signos de puntuación se crearon para ayudar a los lectores a comprender mejor el significado de los textos al separar palabras y frases. Originalmente los textos no tenían puntuación y era difícil leerlos, por lo que se leían en voz alta. A lo largo de quince siglos se fueron adoptando gradualmente signos como la coma, el punto y las mayúsculas iniciales para separar mejor las ideas y estructurar los textos de una manera más clara.