El síndrome de Horner se produce cuando se daña la vía simpática que conecta el ojo al sistema nervioso. Esto causa la pupila pequeña, párpado caído y otros síntomas. Puede deberse a lesiones en el cerebro, médula espinal o nervios craneales. El diagnóstico implica determinar la ubicación del daño, y el tratamiento depende de la causa subyacente.
2. Síndrome de Horner
El síndrome de Horner se presenta ante
la acción de lesiones injuriantes de la vía
simpática del ojo. La porción eferente
de este recorrido nervioso se inicia en el
hipotálamo para luego proyectarse
hacia caudal por la médula espinal
formando al tracto tectotegmento
espinal
3.
4. Este grupo de axones emerge a nivel de
la segunda vértebra toráxica (T2) para
dirigirse al globo ocular y generar allí la
respuesta esperada conocida como
midriasis (dilatación pupilar). Esta vía
eferente
“periférica”
atraviesa,
conjuntamente con el nervio facial (VII
par craneano), el conducto auditivo
medio para luego tomar dirección al ojo
5. Identificación
Cuando la serie de nervios que
conecta el ojo de un animal a su
sistema nervioso simpático se
daña, su sistema parasimpático
se hace cargo. Esto produce el
síndrome de Horner
6.
7. CAUSAS
Cuando las células que se encargan de
hacer llegar las diferentes señales
nerviosas hasta la cara de nuestro
amigo están dañadas, los músculos
faciales del perro no funcionan de forma
adecuada y las pupilas se contraen de
un modo excesivo, ya que son incapaces
de responder a los estímulos que manda
el resto de su cuerpo
8. El síndrome de Horner afecta a los
músculos de la cara, pero el daño puede
haber ocurrido relativamente lejos de
esta zona. En ocasiones, la lesión se
desarrolla en el cerebro, aunque en
otras la región afectada es la parte
superior de la médula espinal
9. . En ocasiones, una grave infección de
oído puede ser suficiente para atacar a
las fibras encargadas de transmitir los
impulsos nerviosos a los músculos de la
cara. Esto explica que tanto los cuidados
como respetar una estricta rutina de
higiene de la zona de los oídos de
nuestra mascota sea tan importante.
10. Síntomas
Disminución de la sudoración en el lado
afectado de la cara.
Párpado caído .
Hundimiento del globo ocular dentro de
la cara.
Pupila (la parte negra en el centro del
ojo) pequeña encogida
También puede haber síntomas del
trastorno que está causando el
problema.
11. Es un problema grave
En animales con parálisis facial asociada
el pronóstico cambia ya que son
animales que no pueden alimentarse
por si solos y necesitan de ayuda
permanente para comer y beber
durante largos periodos de tiempo, en
algunos casos no llegan a recuperarse.
12. Diagnóstico
Un veterinario debe diagnosticar
el síndrome de Horner para descartar
enfermedades como parálisis facial y
para determinar dónde se ha producido
el daño nervioso. El daño ocurre en tres
áreas:
central,
preganglionar
y
posganglionar; todas indican una
posible causa.
13. La Horner de primer orden resulta
de daño nervioso central entre el
cerebro y la médula espinal; el
segundo se produce en el área
preganglionar entre la base del
cráneo y la cavidad torácica; y el
tercero indica daño posganglionar
entre la base del cráneo y el ojo.
14. Un veterinario determina la
ubicación del daño mediante la
aplicación de gotas para estimular
partes del nervio y ver cómo
reaccionan. La determinación del
área del daño ayuda a encontrar
una
posible
enfermedad
subyacente
15. Tratamiento
Para el síndrome de Horner sin
causa evidente o subyacente, no se
administra
tratamiento.
Los
síntomas se alivian con gotas
especiales
para
prevenir
el
desarrollo de úlceras corneales si es
necesario, y tu veterinario puede
recomendar el uso de gotas de
fenilefrina para dilatar el ojo
16. Las enfermedades subyacentes como el
hipotiroidismo y ciertos tipos de cáncer o
tumores requieren un tratamiento o cirugía
para ayudar a tratarlas. Los pacientes
con síndrome de segundo orden tienen más
probabilidades de haber sufrido un trauma en
el cuello, y de tercer orden pueden indicar una
enfermedad del oído medio, lo que ayuda a
determinar el tratamiento. Una vez que una
enfermedad subyacente se encuentra bajo
control, el síndrome de Horner puede
desaparecer en uno o dos meses