Los fósiles son restos de animales y plantas que vivieron hace millones de años y que se conservan en distintos materiales como roca. Estudiar los fósiles ayuda a los paleontólogos a conocer cómo eran los organismos del pasado y cómo ha evolucionado la vida a través del tiempo. Algunos fósiles se conservan en ámbar o hielo y mantienen la apariencia original del organismo, mientras que otros se transforman en minerales pero aún conservan su estructura esquelética u otras huellas.